PEDRO SIMON
MADRID.-
Una sola cámara de vigilancia rota puede llevar a prisión a los dos líderes sindicales más emblemáticos de los astilleros de Naval Gijón.
El mensaje salió ayer del Juzgado Penal número 1 de la ciudad, donde se ha ventilado la denuncia que interpuso el Ayuntamiento (PSOE e IU) contra dos de los valedores de la Corriente Sindical de Izquierdas, y cuyo ejemplo inspiró la película Los lunes al sol.
Según el fallo del juez Lino Mayo, que será recurrido, ambos deberán ir tres años a prisión, abonar los 5.624 euros que costaba la cámara (destrozada en 2005 durante unas movilizaciones que pedían carga de trabajo) y pagar una multa de 2.160 euros.
Cándido y Morala se declaran inocentes y recuerdan que la sentencia responde a un «linchamiento personal, político y sindical». Entre otras cosas, porque no se callan y denuncian a quien quiera oírles que, en los 300.000 metros cuadrados donde se ubica el astillero, se proyectan pisos de lujo y la Naval estorba.
En breve saldrá otra sentencia por una denuncia en la que se les acusa de quemar un coche el mismo día. Simón Junquera, de la Plataforma contra la Represión y en Defensa de las Libertades, creada para arropar a los sindicalistas, vaticina: «Las movilizaciones se endurecerán. Que se atengan a lo que puede venir».
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