LA CORUÑA.-
La tripulación del buque holandés Ostedijk fue evacuada ayer por Salvamento Marítimo con el objeto de enfriar las 6.000 toneladas de abono en descomposición que han originado emanaciones tóxicas.
Así lo confirmó en rueda de prensa la directora general de la Sociedad Estatal de Salvamento Marítimo (Sasemar), Pilar Tejo, que aseguró que no existe «ningún riesgo de explosión, ni de incendios, ni de contaminación», ya que este tipo de fertilizante «no es un producto tóxico, sólo irritante», según informa Europa Press.
Ya por la tarde, comenzó el vertido «intermitente» de agua desde el buque Alonso de Chaves sobre la bodega número dos del barco holandés, donde se encuentra la carga afectada, con el fin de enfriar la zona y tratar de que se detenga el proceso de descomposición.
Greenpeace pidió ayer al Gobierno que confirme que la reacción que está sufriendo la carga del barco es «de fermentación» y que no hay una combustión latente en el mismo ya que, en este caso, «las consecuencias podrían ser muy graves», llegando incluso a romperse el buque y hundirse.
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