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| Negar un hecho es lo más fácil del mundo. Mucha gente lo hace, pero el hecho sigue siendo un hecho (Isaac Asimov) |
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| Asalto en Presidencia |
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Nada puede justificar el asalto que se produjo ayer en la Consejería de Presidencia y que truncó el normal desarrollo del acto programado. «Si esto es democracia, que venga alguien aquí y lo vea», comentó el consejero de Cultura y Deportes, Santiago Fisas. Tenía razón. La reivindicación de los funcionarios debe tramitarse por los cauces apropiados. De lo contrario, será fácil caer en la afirmación de que se trata de una protesta con tinte electoralista. Queda poco más de tres meses para el 27-M y empiezan a atisbarse gestos y palabras fuera de lugar. Ayer mismo, los líderes sindicales arremetieron contra Esperanza Aguirre con una agresividad nunca vista en la legislatura. José Ricardo Martínez (UGT) pidió respeto y marcó distancias entre el Gobierno regional «procedente de la Alianza Popular» de Manuel Fraga Iribarne y su sindicato «creado por Pablo Iglesias». Una sorprendente bravata histórica se supone que en respuesta al vicepresidente de la Comunidad, Ignacio González, quien a comienzos de mes dijo que Martínez había quedado «inhabilitado como interlocutor» tras afirmar que el Ejecutivo de Aguirre es «moralmente ilegítimo». Ayer también, en la misma rueda de prensa, Javier López (CCOO) elucubró con que la Comunidad acabará echando la culpa del mal estado de las carreteras (¿) a algún trabajador «que pega cuatro martillazos para que esté más jodido el asfalto». Ni el lenguaje ni los actos de ayer responden a lo que ha sido la legislatura ni a lo que debe ser la confrontación política que se avecina.
PRADILLO 42
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