L. F. DURAN
Un trabajador de 66 años a punto de jubilarse murió ayer por la mañana en la gravera Gracisa de Fuentidueña del Tajo, en el kilómetro 62 de la N-III. La víctima fue arrollada por una pala mecánica, según Emergencias 112. Con esta muerte ya son 15 los fallecidos en accidente laboral en 2007, cuatro de ellos en el sector de la construcción, según informó ayer el sindicato CCOO a través de un comunicado.
El servicio de Emergencias recibió el aviso a las 07.23 horas y desplazó una UVI móvil al lugar. Allí encontraron al hombre fallecido. El trabajador estaba tramitando su jubilación y era encargado de mantenimiento en Gracisa desde hace 30 años. Murió realizando labores de carga.
CCOO achacó el accidente laboral a la falta de luz en la zona del suceso y UGT denunció que el trabajador se encontraba en el radio de acción de la pala excavadora causante de la muerte, lo cual supone un incumplimiento de la normativa de seguridad. Además, UGT dijo que la máquina «sólo tenía operativos tres puntos de luz de los cuatro efectivos y que el trabajador no llevaba puesto ningún chaleco reflectante». Los vecinos del pueblo también han denunciado el riesgo que supone el paso de los camiones hasta la gravera.
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