Martes, 20 de febrero de 2007. Año: XVIII. Numero: 6274.
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La India y Pakistán continuarán el diálogo pese al ataque al tren
El atentado contra el ferrocarril que simboliza el proceso de paz entre ambas potencias se cobra 66 muertos, muchos atrapados entre las llamas
DAVID JIMÉNEZ. Corresponsal en Asia

El ataque contra el tren que simboliza el proceso de paz entre la India y Pakistán provocó ayer decenas de muertos, pero reafirmó a los líderes de ambos países en su intención de avanzar en la negociación. Los líderes de Delhi e Islamabad se apresuraron a condenar el ataque y se mostraron dispuestos a impedir que los culpables descarrilen el diálogo de los últimos años. «No permitiremos la existencia de elementos que triunfen en sus nefastos objetivos y saboteen el proceso de paz en marcha», aseguró al conocer la noticia el presidente pakistaní, Pervez Musharraf.

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El expreso Samjhauta, conocido como el tren de la amistad por unir la capital india de Delhi con la ciudad pakistaní de Lahore, sufrió dos fuertes explosiones poco después de medianoche cuando pasaba cerca de la ciudad de Panipat, a 80 kilómetros de la capital india. La mayor parte de las 66 víctimas mortales fallecieron a consecuencia del incendio posterior que calcinó dos de los vagones, atrapando a los pasajeros en su interior.

Varios testigos relataron cómo viajantes que no se encontraban heridos y vecinos de aldeas vecinas sacaron a decenas de personas de los vagones dañados en medio de una humareda que dificultaba la visión. «El humo era muy espeso. Muchos pasajeros murieron asfixiados antes de ser rescatados», aseguraba a la agencia Reuters Tara Chand, que se encontraba entre el pasaje.

Intento desesperado

Rajinder Prasad, cuya vivienda se encuentra a pocos metros de la vía, se acercó hasta el lugar del atentado con cubos de agua, en un intento desesperado de apagar el fuego. «Había gente gritando y pidiendo ayuda dentro de los vagones», aseguraba en el lugar del siniestro. El diseño de los viejos trenes indios, con el acceso a las ventanas cerradas por barrotes y una única puerta de salida por vagón hizo imposible que sus ocupantes pudieran abandonar el convoy a tiempo.

El atentado se produce dos días antes de la llegada a la India del ministro de Asuntos Exteriores paquistaní, Khurshid Kasuri, quien describió el ataque como un «horroroso acto de terrorismo» que no cambiará su agenda política o los planes de su Gobierno de acercarse a su tradicional enemigo indio. El primer ministro indio, Manmohan Singh, por su parte, prometió llevar a los culpables ante la Justicia.

Las reacciones comedidas e incluso coincidentes de ambos países contrastan con atentados anteriores en los que las relaciones bilaterales quedaron deterioradas entre recriminaciones mutuas y peticiones de los sectores más radicales de cada bando para que se suspendiera el diálogo. Los servicios de rescate confirmaron que la mayor parte de las víctimas de ayer fueron pakistaníes que viajaban a la India para visitar a familiares y amigos, convirtiendo a los dos países en objetivo del mismo ataque y provocando una inusual reacción de unidad.

Delhi e Islamabad instalaron oficinas de inmigración a ambos lados de la frontera para facilitar el regreso de las víctimas a sus países de origen y la repatriación de los cadáveres, muchos de los cuales no han podido ser identificados debido a las quemaduras.

La policía india encontró en uno de los vagones intactos otras dos maletas con bombas y material inflamable que no llegó a explotar, evitando un mayor número de víctimas. Los investigadores creen que los explosivos utilizados en el atentado eran de fabricación casera y baja intensidad, diseñados para provocar el incendio de los vagones y no la muerte directa de los pasajeros. «La intención era quemar vivos a los ocupantes», según el director de la línea férrea, V. N. Mathur.

Hortas después, la policía detuvo a un sospechoso, según informó una fuente oficial en una información recogida por Efe. Varios testigos asesuraron que lo habían visto en uno de los vagones del tren. «Según las informaciones proporcionadas por testigos, una persona que estuvo presente en uno de los dos vagones que se incendió ha sido detenida», anunció el ministro de Ferrocarriles, Lalu Prasad, después de haberse interesado por el estado de los heridos, internados en un hospital de Nueva Delhi.

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