«Hay dos formas separadas y distintas para lograr la residencia permanente en Bahamas. Una es a través de un periodo de residencia largo y creíble. Otra, a través de una inversión económica significativa en Bahamas».
Así explicaba en un comunicado oficial el 21 de septiembre el ministro de Inmigración y Trabajo de Bahamas, Shane Gibson, cómo un extranjero puede hacerse residente en ese país, un paraíso fiscal para millonarios repartido por 700 islas frente a Florida, Cuba y Haití. Gibson respondía así a las declaraciones de su predecesor, Earl Deveaux, que le acusaba de «sentar un peligroso precedente» tras haber dado la residencia en el país a la ex modelo de Playboy Anna Nicole Smith sin que ésta cumpliera los requisitos marcados por la ley.
El problema es que, tras la muerte de la famosa, el 8 de febrero, han aparecido una serie de fotos que indican que Smith pudo haber logrado el ansiado permiso teniendo una relación peligrosamente estrecha con Gibson.
En las fotos, publicadas por el periódico local The Tribune el lunes pasado, se ve a la famosa y al ministro abrazados en la cama y en actitud claramente cariñosa, aunque totalmente vestidos. Al día siguiente, Gibson -casado, padre de cuatro hijos y fanático del golf- replicaba diciendo que las imágenes «son inocentes», y que habían sido tomadas por el novio de la ex modelo, el abogado Howard K. Stern: «Todo está preparado. Yo sabía que estaba haciendo fotos, puedes ver una gran sonrisa en mi cara». Pero nadie tiene claro si esa sonrisa es un posado para la cámara o expresa la felicidad que sentía Gibson al verse rodeado de los litros de silicona, botox y otras sustancias químicas contenidas en el cuerpo de Smith.
Y ése podría haber sido el procedimiento seguido por la playmate de 1993 y ex modelo de la marca Guess -un puesto que arrebató a Claudia Schiffer- para lograr la residencia. Para conseguirla, Smith, en teoría, había llevado a cabo «una inversión económica significativa». La ex modelo tenía una mansión en la playa en Bahamas valorada en 685.000 euros. Según ella, era un regalo de uno de sus ex novios millonarios, el promotor inmobiliario Gaither Ben Thompson. Pero, en realidad, Thompson le había prestado el dinero para que ella le comprara a él la casa. Smith nunca pagó la hipoteca. Y él la demandó. El 28 de noviembre, Smith tuvo que abandonar la casa.
Excluidos los motivos oficiales, sólo queda el abrazo inocente como posible razón para que Gibson diera el permiso de residencia a Smith. Aunque el ministro lo niega, e insiste en que sólo conoció a Smith y a Stern cuando su madre empezó a cuidar a la hija de la modelo, Danielynn, una niña de año y medio cuya paternidad se disputan Stern, el marido de Zsa-Zsa Gabor, Frédéric Prinz von Anhalt, el ex guardaespaldas de Smith, Alexander Denk, el periodista Larry Birkhead y otro ex novio, Mark Hatten. Todos quieren a Danielynn y, sobre todo, los 360 millones de euros que los jueces de EEUU pueden otorgar como herencia del primer esposo de Smith, el multimillonario del petróleo R. Turgood Marshall.
En medio de ese caos, Gibson dimitió el domingo, tras afirmar: «Niego totalmente que abusara de mi posición ministerial otorgando a Anna Nicole Smith ninguna autorización que no mereciera bajo las leyes de Bahamas». Peor le va a la modelo, que sigue sin ser enterrada por orden del juez hasta que no se determine la paternidad de Danielynn.
Al menos, el 14 de febrero, las 1.200 bailarinas de los 14 clubs de strip-tease de la cadena Rick's le lanzaron un beso desde el escenario. Sus compañeras han sido las únicas que no se han beneficiado -o a las que Smith no se benefició- en su vida.
LO DICHO Y HECHO
«Está preparado. Yo sabía que estaba haciendo fotos, puedes ver una gran sonrisa en mi cara»
1961: Nace en Nassau, la capital de Bahamas. 1984: Entra a trabajar en BaTelCo, monopolio público de la telefonía en el país. 2002: El 2 de mayo es elegido miembro del Parlamento por el Partido Liberal Progresista. 2005: Es nombrado ministro de Inmigración y Trabajo, después de ocupar la cartera de Vivienda. 2006: Dimite tras el escándalo por supuesto favoritismo en la entrega del permiso de residencia a Anna Nicole Smith.