La afición barcelonista ha sido siempre cuestionada por su escasa fogosidad. Pocos rivales tienen el honor de encender a un estadio de maneras burguesas y espíritu apocado. Sin embargo, el Camp Nou se transforma en las noches europeas y ha empujado al Barça a una gran racha de imbatibilidad casera.
La última derrota en el marco de las competiciones continentales se remonta al 22 de abril de 2003, cuando la Juventus eliminó al Barcelona de la Champions en cuartos de final con un gol en la prórroga de Zalayeta. Desde entonces, ha jugado 17 partidos en Europa en el Camp Nou, con un balance de doce victorias y cinco empates. Cuatro de estos choques pertenecieron a la Copa de la UEFA de la temporada 2003-2004, cuando el Barça cayó eliminado en octavos de final ante el Celtic. El resto de partidos se dieron en la máxima competición continental y ante rivales de la talla del Milan o el Chelsea. En este periodo, el Barça ha sumado un total de 44 goles a favor y sólo nueve en contra.
98.000 espectadores
Para el choque de esta noche el Camp Nou presentará un lleno total, y se prevé que alcanzará los 98.000 espectadores. Las estadísticas del Barça contra equipos ingleses como local son también muy favorables, ya que, en 22 partidos jugados en Barcelona, ha logrado 13 victorias, un empate y una sola derrota, que llegó a manos del Liverpool en marzo del 76.Los números revelan que el rendimiento del conjunto azulgrana contra el Liverpool no ha pasado de discreto, puesto que los reds han jugado en el Camp Nou en tres ocasiones, sumando una victoria y dos empates. Además, se da la circunstancia de que si Pepe Reina encajara un gol esta noche, sería la primera vez que el Barcelona logra batir al Liverpool en el Camp Nou.
Pero lo que de verdad importa a los hombres de Frank Rijkaard es no encajar un solo gol. Deco coincidió ayer con la consideración de Zambrotta respecto a que un 1-0 sería un buen resultado y se mostró convencido de que Anfield Road dictará sentencia. «El partido de vuelta dependerá de cómo lo plantee el Liverpool, por lo que no encajar gol mañana [por hoy] sería una ventaja para nosotros», explicó. «El 1-0 no estaría mal, pero lo más importante es no encajar», añadió el portugués. Cabe recordar que el único rival europeo que ha logrado batir a Valdés esta temporada en el Camp Nou ha sido el Chelsea (2-2) y que en las eliminatorias jugadas el pasado año, el Barça sólo concedió un tanto, ante idéntico rival y con el pase ya asegurado, mientras que el Benfica y el Milan se marcharon del Camp Nou sin poder cantar gol.
Deco explicó que el Liverpool tiene «mejor centro del campo que el Valencia», aunque aseveró que el equipo de Sánchez Flores es «mucho más peligroso al contraataque» que el de Rafa Benítez y aseguró que para ganar hará falta «presionar mucho y no cometer errores». El portugués recordó que se enfrentan los dos últimos campeones de la competición y por ese motivo, dijo, no hay un favorito para la eliminatoria. «Su principal virtud es que son muy fuertes en casa y si sacan un buen resultado aquí, en Liverpool nos pondrán las cosas muy difíciles», sentenció.
Más tranquilo se mostró Frank Rijkaard, con cara de siesta eterna, que se negó a firmar ningún resultado de cara a la vuelta. «Hacer cálculos antes de un partido es una tontería», manifestó. Rijkaard recordó que de pequeño solía ver al gran Liverpool de principios de los 80, aunque admitió que nunca se enfrentó a ellos como jugador.
Sobre la situación anímica de su equipo tras los irregulares resultados ligueros de las últimas semanas, el entrenador holandés se mostró confiado en que el cambio de competición sentará bien a sus hombres. «Veo una motivación muy buena en mis jugadores», aseguró. Lo contrario sería incomprensible: es noche europea y se juega en un Camp Nou repleto y convertido en talismán.