AMADEU GARCIA
BARCELONA.-
Ya lo dicen sus incondicionales. El Liverpool nunca caminará solo. Vaya a donde vaya. Más de 5.000 aficionados del club británico se reunirán hoy en Barcelona para seguir las evoluciones de los suyos en el partido de ida de los octavos de final de la Liga de Campeones ante el Barça. De ellos, unos 300 se verán obligados a hacerlo en bares, tabernas o cualquier otro establecimiento, dado que llegarán a la ciudad sin entrada. Dada la triste fama que persigue a los supporters del grupo que entrena Rafa Benítez, las autoridades policiales han decidido cubrirse las espaldas.No en vano, también tienen muy fresco en sus recuerdos su última visita, en la temporada 2001-2002.
El Liverpool dispone de 5.017 localidades, y de los más de 300 aficionados que acudirán sin entrada, algunos podrían conseguirla todavía en taquilla, a través del Seient Lliure, o de la reventa.El resto, seguirá el partido en la calle. En marzo de 2002, algunos aficionados radicales protagonizaron sonados incidentes por las calles del centro de Barcelona, entre ellos el robo masivo de prendas en una tienda Lacoste de Portaferrisa, altercados en la cervecería Canarias de la plaza Reial o la agresión sexual y atraco a una prostituta en un bar de la Rambla. Para evitar en la medida de lo posible que se repitan, los Mossos d'Esquadra reforzarán la presencia policial tanto en los alrededores de los pubs cercanos a la Rambla como de los situados en las inmediaciones del propio Camp Nou.
El dispositivo especial, que se inició con la llegada de la expedición del Liverpool, se reforzará durante las primeras horas de la mañana e irá creciendo hasta altas horas de la madrugada, en previsión de que los incidentes se sucedan tras la disputa del encuentro. Agentes de Scotland Yard, incluso, se habrían desplazado en los últimos días para colaborar con las autoridades locales.
Una de las grandes preocupaciones de las autoridades es la posible coincidencia de aficionados radicales del Liverpool con seguidores también extremados del Livorno, el conjunto italiano con el que el Espanyol se juega el pase a los octavos de final de la Copa de la UEFA. El encuentro, que se disputa mañana, ya contará hoy con la primera avanzadilla de aficionados italianos.
El Livorno cuenta con unas 2.000 localidades en el Olímpic Lluís Companys y, de momento, está prevista la llegada de unos 1.500 seguidores italianos, según la información facilitada por los Mossos d'Esquadra. El grueso de la hinchada italiana, sin embargo, llegaría durante la jornada de mañana, cuando la mayoría de seguidores del Liverpool ya habrán abandonado Barcelona.
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