Miércoles, 21 de febrero de 2007. Año: XVIII. Numero: 6275.
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 CATALUNYA
Piden 13 años de cárcel para un monitor del Raval por abusos
La Fiscalía también acusa al ex presidente de una asociación de adopción de niños rusos de participar en los delitos sexuales
CAROL ALVAREZ

BARCELONA.- Diego tenía 13 años y «bailaba de contento» delante de sus hermanas porque le habían dado 50 euros y una tarjeta de 10 viajes de transporte. Su padre rememoró ayer aquel día, ante la Audiencia de Barcelona, y recordó que Diego le contó entonces que se lo había dado un conocido de uno de los monitores del casal dels Infants del Raval, donde el niño asistía a realizar actividades, «porque le gustaban mucho los nenes».

El monitor, Angel B.A., y su conocido, José María H.P., se sentaron ayer en el banquillo de los acusados para responder de las imputaciones de abusos sexuales y posesión de material pornográfico que les atribuye la Fiscalía. Provisionalmente, piden para ellos penas de hasta 16 años y ocho meses de prisión.

Los acusados niegan los hechos. Angel B.A,, que fue voluntario del Casal durante 2005, relató ayer que el menor se encariñó con él y que buscaba su compañía, porque no se sentía a gusto con los otros niños y él le dejaba jugar con el ordenador. En cualquier cosa, negó tajantemente que hubiera masturbado al menor o le hubiera animado a que le masturbara, así como que le hubiera enseñado películas pornográficas.

Por su parte, José María H. P. relató que Angel trabajaba para él en su productora de películas pornográficas, y que se dedicaba a captar jóvenes «siempre mayores de 18 años», para que hicieran de actores para sus producciones. Así explicó que hubiera lubricante en el piso de su propiedad en el que el coacusado ocupaba una habitación: «una vez organizamos allí un casting», explicó.

José María H., que fue juzgado y absuelto por unos supuestos abusos sexuales denunciados por sus propios hijos adoptivos y que luego se retractaron en el juicio, ha trabajado «con más de 15 orfanatos» y ha promovido «muchas donaciones» a asociaciones relacionadas con niños -de hecho, fue presidente de la asociación Padres para siempre, dedicada a tramitar adopciones de niños rusos-. «Soy una persona cariñosa con los niños, y éste es un crío muy meloso, se gana tu aprecio». Con todo, se sumó a la teoría del coprocesado, que entiende que el menor les denunció falsamente para obtener dinero «porque siempre estaba pidiendo».

Los hechos se remontan a mayo de 2005, cuando Angel empezó a colaborar como voluntario en el Casal. Allí conoció al menor y, «prevaliéndose de la relación monitor-alumno», entiende la Fiscalía, mantuvo dos encuentros en el domicilio de Angel durante los cuales le practicó dos maturbaciones mientras el acusado le tocaba los genitales.

Angel le habría presentado al otro acusado al menor, «con los mismos fines», al parecer del fiscal, y así fue como José María H.P. lo llevó un domingo a su casa en Cervelló y, según la versión del menor, relatada a través de videoconferencia, una vez dentro le desnudó y tras quitarse él también la ropa, hizo que el menor le masturbara.

En junio del mismo año se habrían repetido los hechos en el domicilio que ocupaba Angel. La policía ocupó, en una entrada y registro en el domicilio de José María H.P., 11 discos compactos, en uno de los cuales había archivos con imágenes de contenido pornográfico en las que intervienen menores de edad.

El acusado, en este sentido, alegó que no conocía el contenido concreto de los archivos, porque había bajado páginas enteras para su búsqueda por internet de actores. La policía, por su parte, sostiene que podría haber más pruebas contra los acusados en el domicilio que registraron si no hubieran cometido «un error» en la investigación. Y es que primero detuvieron a Angel B., en cuanto una educadora sospechó de los hechos y consiguió que le reconociera los abusos.

Sin embargo, según admitió ayer el instructor de la investigación policial, el detenido pudo avisar a José María H.P. para que se deshiciera de otras pruebas antes de entregarse voluntariamente en comisaría.

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