Norma Aleandro
Textos de varios autores./ Dirección e interpretación: Norma Aleandro./ Escenario: Centro Cultural de la Villa.
Calificación: ***
MADRID.- Aparece vestida de oscuro, perdida en la oscuridad de un espacio vacío; sobre la ausencia de escenografía, sobre esa soledad infinita, ironiza Norma Aleandro nada más aparecer en escena. Pero muy pronto el escenario lo ilumina y llena una actriz de la cabeza a los pies, con la palabra y con un desparpajo tan seguro que sería insolencia de no ser por la exquisita delicadeza con que Norma manifiesta esa seguridad: inteligencia y corazón.
Este recital, diálogo consigo misma y con el público, o como se quiera llamar, lo estrenó Norma Aleandro hace 30 años en Argentina. La actriz está irreprochable, mas un melancólico desasosiego salta inmediatamente: ¡Qué no hubiera dado uno por ver a Norma Aleandro hace 30 años!
El título, Sobre el amor y otros cuentos sobre el amor, es una tautología innecesaria; bastaría Sobre el amor y otros cuentos para demostrar lo que parece una evidencia en este espectáculo: que el amor es fábula e invención. Los textos elegidos para este soliloquio no son joyas de la literatura castellana. Salvo el ardoroso y exaltado soneto de Lope y el relato de García Márquez son textos no especialmente relevantes; pero sirven para esa idea de trivialidad y de cotidianos gozos y pesares. Y sirven, sobre todo, para apreciar aún más la purísima capacidad actoral de Norma Aleandro.
La recordaremos siempre por la desmemoriada viejita de El hijo de la novia, en cine, y en teatro por el derroche de talento en Mi querido embustero, hace muy pocos años en el Marquina. Pero también la recordaremos por esto, por su burbujeante uso de la ironía y un proteico talento de cuentacuentos.
Humor a raudales y una limpia elegancia que, por contraste, potencia algunos momentos de abrupta expresividad verbal. La cumbre de esa comicidad la alcanza en el delicioso fragmento de La venganza de Don Mendo, aquel en que Magdalena, «más coqueta que las clásicas gallinas», la amante infiel que mandó emparedar a su amado, el infeliz Don Mendo, lo descubre disfrazado de juglar en un campamento militar.
En Sobre el amor y otros cuentos sobre el amor Norma Aleandro se apoya en dos musas que la inspiran: su abuela sabia y la seductora Sherezade, la de Las mil y una noches. Aquella tenía geniales intuiciones sobre las cosas de la vida y Sherezade tal habilidad narradora que se salvó de ser ejecutada. A ambas admira Norma Aleandro. La abuela sospecha que algo más que contar cuentos al sultán debió de hacer Sherezade pues tuvo de él tres hijos, y éstos no nacen de la palabra. Mas, pasara lo que pasara entre el sultán y Sherezade en esas mágicas veladas, miles de noches estaría uno escuchando y mirando, embobado como el sultán, a esta extraordinaria actriz.