CARLOS SEGOVIA
MADRID.-
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, trazó ayer un panorama eufórico ante la asamblea general de las Cámaras de Comercio sobre la situación de la economía española. «Es excelente», «The Economist dice que va imparable y tiene razón», «las perspectivas son magníficas», destacó el presidente ante centenares de empresarios y representantes de las cámaras de comercio de toda España. Se apoyó en el «excelente» dato de inflación del 2,4% publicado ayer y aseguró que ya el año que viene se producirá la convergencia real con la media de riqueza de la Unión Europea, es decir, dos años antes de lo augurado por el vicepresidente segundo, Pedro Solbes.
En un discurso leído -el presidente no improvisa en los actos económicos-, Zapatero fue desgranando datos positivos: «En 2006 ha continuado el crecimiento acelerado ininterrumpido desde 2004 en un 3,8% o quizá algo más», «la productividad ya creció el año pasado un 1%», «el superávit de 2006 sobrepasará el 1,5% del PIB», «en 2006 se crearon 772.600 nuevos empleos, alcanzándose los 20 millones de empleos»...
Admitió que el déficit por cuenta corriente se ha situado en el 8,5% del PIB, pero lo atribuyó al dinamismo de la economía y en todo caso, aseguró que habrá medidas para fomentar la internacionalización de las empresas. No las detalló. «Tenemos algún punto débil, pero lo sabremos afrontar», deslizó como toda parte negativa de su triunfal exposición.
El Rey Don Juan Carlos, sin embargo, se dirigió a la asamblea en un tono más matizado en un discurso de apertura pronunciado horas antes. «El crecimiento de la economía española es superior a la media de los países de nuestro entorno», afirmó el Monarca. Pero inmediatamente después instó al auditorio a colaborar «para mejorar la productividad y la competitividad». «Es evidente que en un mundo globalizado no podemos bajar la guardia, ni quedarnos detrás de nuestros más directos competidores».
El Rey pidió al presidente del Consejo Superior de Cámaras de Comercio, Javier Gómez Navarro, y al futuro de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, que olviden discrepancias pasadas entre las dos instituciones y que colaboren «con generosidad y altura de miras». Ambos se comprometieron a hacerlo. El actual presidente de la CEOE, José María Cuevas, no acudió al acto de las Cámaras.
Gómez Navarro admitió que la economía ha perdido competitividad, pero restó dramatismo a la situación y aseguró que su institución puede desempeñar un papel relevante para corregir desequilibrios regionales, mejorar las exportaciones y la competitividad.
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