El Gobierno ha descartado que el Ostedijk -y las 6.000 toneladas de fertilizantes en composición que carga, de las que emanan gases tóxicos- sea llevado a cualquier puerto. El gabinete de crisis que gestiona el caso del buque holandés rechazó ayer la propuesta del armador en este sentido.
«Las administraciones central y autonómica han decidido ampliar el perímetro de seguridad y no permitir que el barco vaya a una instalación portuaria para evitar las molestias que pudiera ocasionar», manifestó Pilar Tejo, portavoz de este gabinete y directora de Salvamento Marítimo (dependiente del Ministerio de Fomento).
Dijo también que, «en principio, no se va a entrar en la ría de Viveiro» con el barco, que ayer se encontraba a unas 10 millas al noreste de Estaca de Bares, pues la idea era acercarlo sólo a unas cinco o seis millas de la costa, al este de ese cabo, una zona que se considera al abrigo de los vientos del sur y del oeste.
Tejo aseguró que la Administración «tiene un plan muy claro» respecto al buque, pero no quiso dar detalles. De hecho, ante la falta de noticias sobre las actuaciones que se van a desarrollar los habitantes de la comarca lucense de Viveiro estuvieron en vilo buena parte del día de ayer ante la posibilidad de que el Ostedijk llegara a puerto.
Tejo recordó que el gabinete de crisis tiene la capacidad de actuar, en el caso de que no se llegue a un acuerdo sobre el destino final del barco, aunque eso suponga ir en contra del criterio de los dueños.
La propuesta del armador es respaldada, sin embargo, por los ecologistas, que creen que lo mejor es acercar el buque a tierra, bien a la ría de Viveiro, bien al puerto de la factoría de aluminio de Alcoa, en San Cibrao. La Asociación para la Defensa Ecológica de Galicia (Adega) afirmó en un comunicado que los intentos de enfriar la carga regando la cubierta son «infructuosos» y consideró que «solucionar el problema en mar abierto tiene pocas posibilidades de éxito».
El profesor de Seguridad Marítima de la Escuela Superior de Marina Civil de La Coruña, José Manuel Martínez Mayán, aseguró también que el plan del armador es el «más adecuado», según informa Efe.
Para el experto coruñés, el barco debería ser llevado a un puerto de abrigo y, una vez allí, se tendría que comprobar el estado de la carga y solucionar el problema, ya que el fertilizante que lleva es el «abono del campo de toda la vida» y la gente no le tiene miedo.
De momento, el buque Alonso de Chaves continúa con la descarga de agua sobre las escotillas de la bodega número 2 del Ostedijk, donde se almacena el fertilizante.
El gabinete de crisis ha decidido que hoy comience el operativo para el enfriado y trasvase de la carga de fertilizantes a otra embarcación, pese a que el armador pide tres días más.
Por otro lado, el PP solicitó la comparecencia urgente en el Congreso de las ministras de Medio Ambiente, Cristina Narbona, y Fomento, Magdalena Alvarez, por su «ineficacia» con la gestión del buque.