Una lectora cuenta cómo, estando de parto, la mandaron a casa en su hospital privado porque no había camas y estuvo a punto de dar a luz en el coche. Se abre así un debate sobre las ventajas de la sanidad pública sobre la privada, o viceversa. Lea las opiniones.

Me mandaron a dilatar a mi casa

El pasado 1 de febrero acudí a las doce de la noche al Hospital de La Zarzuela, de Sanitas, por encontrarme de parto. En este centro me han seguido todo el embarazo y allí debía dar a luz.

La matrona y el médico de guardia me reconocieron, y confirmaron que estaba de parto pero nos informaron de que no había camas libres. Me ofrecieron quedarme en un pasillo o bien irme a mi casa a dilatar un poco más allí. Y me recomendaban esto último porque «iba a estar mucho mejor en mi casa» y porque lo más probable era que con el reposo las contracciones se relajaran.

Volvimos a casa y ni las contracciones ni el dolor cesaban, por lo que a las dos horas regresamos al hospital. En el trayecto, de unos 15 minutos, rompí aguas, el dolor era insoportable; mi marido conducía todo lo rápido que podía a la vez que intentaba ayudarme, con el consiguiente riesgo. La niña empezó a salir y llegamos con la cabeza ya fuera. Nos pasaron corriendo a quirófano y en unos minutos nació mi hija. Por estar ya en fase de expulsión, ni me pudieron poner anestesia epidural ni un antibiótico que debían inyectarme para prevenir el paso de una bacteria a mi hija, motivo por el cual tuvieron que pincharle a ella una dosis muy alta de penicilina nada más nacer.

Pero aquí no acaba la aventura... Al no haber camas, me dejaron desde las 03.30 hasta las 08.00 en el quirófano, presenciando la dilatación y oyendo el parto de otra chica que entró después, y a mi marido lo mandaron a casa por ser zona de quirófano y no poder quedarse allí. Hasta las once de la mañana del día siguiente no tuve habitación ni pude volver a ver a mi marido. Yo me pregunto, ¿para qué he estado pagando tantos años un seguro médico privado? Estos hospitales están igual de colapsados o más que los públicos.

Loreto Ruiz

Yo di a luz en la Zarzuela sin problema

Yo tuve mis dos partos en La Zarzuela y el trato fue buenísimo, ni me pusieron la epidural ni nada de nada, ya que aquí es por sistema el ponerla, así sin más, pero según la OMS es arriesgado hacerla. Me respetaron el parto, cosa que no hacen en todas partes.

Si no hay camas no pueden hacer nada, el hospital es pequeño; no pueden ampliarlo, pero lo han reformado entero por dentro. Si no tenían camas, en dos horas y cuarto (dos horas que estuviste en casa, y minutos en llegar) podrías haber ido a otro hospital de Sanitas, como por ejemplo el Montepríncipe.

Si no hay camas, te lo dicen y vuelves... ¿qué esperas?

Z.

Estas cosas pasan en todas partes

Cosas de éstas son las que ayudan a sobrellevar la Seguridad Social, que al fin y al cabo salvajadas hay en todos sitios. Son las personas las que hacen la diferencia.

J.

Para que luego hablen de la sanidad pública

Yo dí a luz en un hospital de la Seguridad Social, donde me trataron de maravilla y nos atendieron a mí y a mi hijo estupendamente. Estuve dos días enteros de parto y desde días antes me tuvieron ingresada. Para que luego hablen de los hospitales públicos...

T.

Buena experiencia con Sanitas

He sido mami hace poco en La Zarzuela. Llegué a las ocho de la mañana habiendo roto aguas a las seis en casa y con 9 centímetros de dilatación. Cinco minutos de exploración en Urgencias y directa al quirófano. Epidural a tiempo, parto natural sin episiotomía ni rasurado ni enema. A las 10 de la mañana estaba en la habitación con mi niña. Supongo que tuve suerte, pero seguro que si hubiera elegido ir a un hospital público en esas condiciones no me hubieran atendido en esos cinco minutos. Tengo seguro privado porque no puedo permitirme el lujo de estar tres meses esperando cita con un especialista. Ni puedo estar cuatro horas esperando que me llegue el turno.

M. R.