L. F. D.
El hombre que el pasado lunes mató a puñaladas a su ex pareja en el barrio de San Fermín no tenía prohibido acercarse a ella. Sobre él pesaba una orden de alejamiento dictada en el año 2006, pero esa medida había expirado, según informaron fuentes jurídicas.
La mujer asesinada, Gina Montserrat, nicaragüense de 34 años, había presentado ocho denuncias por malos tratos contra su pareja, Mustafa Said. La primera en el año 2001, la última en 2006. En esa denuncia la mujer pidió protección al juez que decretó la orden de alejamiento contra su pareja. Pero esa decisión ya prescribió. Además, el presunto agresor quedó absuelto en el juicio celebrado por esa denuncia.
El presunto homicida trató de suicidarse tras acabar con la vida de Gina. Se cortó el cuello. Anoche seguía ingresado en el hospital Doce de Octubre.
La presidenta regional, Esperanza Aguirre, envió ayer el pésame a los familiares de Gina y a los parientes de la otra mujer muerta en Orusco. Además, expresó su «enorme repulsa» a unos sucesos que calificó de «tragedia enorme».
|