ANA CONDA
QUÉ: Estreno con famosos de la obra 'Tres versiones de la vida'
CUANDO: Anoche, a las 22.30 horas, en el Teatro Infanta Isabel
POR QUÉ: Actores de teatro y televisión llenaban la platea
Qué mona y qué lista es Silvia Marsó. Vamos, por Dios, cómo iba yo a dudar de Chicho Ibáñez Serrador cuando la eligió como azafata/cajera durante la fase de preguntas en el 1,2,3. Mejor que ninguna hacía aquello de: «Han sido: 14 preguntas acertadas, a 25 pesetas cada una, 350 peseeetas». Mientras, Kim levantaba su patita con su media cristal hasta el omóplato de su compañera Alejandra Grepi, a la que le quedaba fatal el maillot rosa chicle con ese tono de piel tan cetrino... Ahora, Silvita, después de ser asesinada vilmente por Ana García Obregón en Ana y los 7, se ha convertido en productora teatral y sabe más que Lepe en cuanto a perspectivismo se refiere. Tres versiones de la vida se titula el montaje, con el que se sube a las tablas del Infanta Isabel, sobre el fracaso, la incomunicación y la vida en pareja. No sé si será como Hostal Royal Manzanares, que me encantaba y tenía mucho quehacer dramático, pero seguro que es divina la obra. La ha escrito Yasmina Reza, la de Arte, una chiquita a la que le encanta las escenografías recién encaladas. Silvita se acompaña en escena de José Luis Gil, Joaquín Climent y Carmen Balagué. Y, claro, anoche no sé quién estaría trabajando en la tele porque, lo que es el teatro, estaba plagadito de actores seriales. Que si de Hospital Central, Jordi Rebellón con su carita de cabreado como un mico. Que si de Policías (y/o Verano Azul), Juan José Artero o Patxi Freytez. Que sí Mariví Bilbao, Adriá Collado -y esas cervecitas y esos calamares y esas tapitas... en su abdominal- o Vanessa Romero, de Aquí no hay quien viva... Por cierto, coincidieron Vanessa y su novio, el dire de la serie, a sazón sobrino de José Luis Moreno -que hay que explicároslo todo, pesadas- con María Adánez, ex del susodicho... Qué fuerte. Casi tanto como que Rosa Valenty dejó en casa solito como el que deja un paquete de tres latas de atún en salsa de zamburiñas a Pepe Rubio. ¿Cómo os habéis quedado, a ver? ¿Cómo? Pues locas, como yo. Menos mal que estaba por allí cerca la Chunga y me logró sacar de mi paroxismo. Resulta que comentó que «pué sé» que ella también tenga un lado oscuro como todo este folckerío al que se le está sacando termitas pa'arriba y termitas pa'bajo, si cuecen y no enriquecen. «Yo pienso de que...» continuó y, ahí me quedé porque me pareció tanta verdad junta que lo de las críticas de Silvia Marsó a Dariuz o Darek o cómo se llame el polaco de la Obregón, me dejaron de interesar. Sí. La Marsó dijo que ella no sabía nada de ese asunto, ni de la tarta de limón de Darek ni nada. Que de Ana, sólo le interesa la vida profesional. Qué golpe tan bajo... Con lo que le cuesta a ella que se hable de su vida privada.
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