Miércoles, 21 de febrero de 2007. Año: XVIII. Numero: 6275.
ÚLTIMAS NOTICIAS TU CORREO SUPLEMENTOS SERVICIOS MULTIMEDIA CHARLAS TIENDA LOTERÍAS
Primera
Opinión
España
Mundo
Ciencia
Economía
Motor
Deportes
Cultura
Comunicación
Última
Índice del día
Búsqueda
 Edición local 
M2
Catalunya
Baleares
 Servicios 
Traductor
Televisión
Resumen
 de prensa
Hemeroteca
Titulares
 por correo
 Suplementos
Magazine
Crónica
El Cultural
Su Vivienda
Nueva Economía
Motor
Viajes
Salud
Aula
Ariadna
Metrópoli
 Ayuda 
Mapa del sitio
Preguntas
 frecuentes
Quien no quiere pensar es un fanático; quien no puede pensar es un idiota; quien no osa pensar es un cobarde (Francis Bacon)
Haz Click Aquí
 MUNDO
Un nuevo balón de oxígeno
ROBERTO MONTOYA

Una vez más George W. Bush ha recibido un importante balón de oxígeno en un momento crítico; esta vez en el momento de más bajo nivel de popularidad de sus seis años en el poder. La decisión de la corte, sin embargo, no supone una sorpresa para las organizaciones defensoras de los derechos civiles que batallan en EEUU contra la violación sistemática de los Derechos Humanos que lleva a cabo la Administración Bush con todos los prisioneros capturados en su cruzada antiterrorista desde el 11-S.

Publicidad
El tribunal no ha hecho más que interpretar lo votado por el Congreso por amplia mayoría en noviembre pasado. Bush consiguió sacar adelante una normativa que confirma que los prisioneros de Guantánamo no tienen derecho al hábeas corpus y que, por lo tanto, no pueden recurrir ante tribunales federales estadounidenses la situación de limbo legal en la que viven desde hace cinco años.

Después de años de acciones contradictorias de distintos tribunales en EEUU sobre los prisioneros de Guantánamo, incluido el Tribunal Supremo, Bush ha logrado mantener en pie los dos instrumentos legales fundamentales que le permitieron desde el principio amparar con total impunidad tanto la ilegal situación del centro de detención de esa base, como las torturas de Abu Ghraib, Bagram y de tantas otras prisiones, como los vuelos de la CIA trasladando personas a ser torturadas en terceros países. El primero de esos dos instrumentos que tan útil le sigue resultando, fue la Orden Militar que Bush firmó el 13 de noviembre de 2001, titulada Detención, Tratamiento y juicio de ciertos no ciudadanos en la Guerra contra el Terrorismo, por la cual restableció los tribunales militares para civiles. En su Sección 7 se establece precisamente que los detenidos no podrán recurrir ante ningún otro tribunal ni en EEUU ni en el extranjero.

El segundo instrumento fue el decreto de Bush del 7 de febrero de 2002 por el cual decidió unilateralmente que a los miembros de Al Qaeda no se les reconocería el estatuto de prisioneros de guerra previsto en las Convenciones de Ginebra, instituyendo la figura del combatiente enemigo, por la cual quedaron en la indefensión más absoluta. Bush se ha beneficiado estos años de la casi nula oposición demócrata y de la prácticamente inexistente crítica de los gobiernos del primer mundo.

recomendar el artículo
portada de los lectores
copia para imprimir
Información gratuita actualizada las 24 h.
 SUSCRIBASE A
Más información
Renovar/Ampliar
Estado suscripción
Suscríbase aquí
Suscripción en papel
  Participación
Debates
Charlas
Encuentros digitales
Correo
PUBLICIDAD HACEMOS ESTO... MAPA DEL SITIO PREGUNTAS FRECUENTES

elmundo.es como página de inicio
Cómo suscribirse gratis al canal | Añadir la barra lateral al netscape 6+ o mozilla
Otras publicaciones de Unidad Editorial: Yo dona | La Aventura de la Historia | Descubrir el Arte | Siete Leguas

© Mundinteractivos, S.A. / Política de privacidad