Esta nueva avería en el servicio de Renfe, que se suma a una larga lista de incidentes recientes, se localizó en la estación de Gavà (Baix Llobregat) a las 5.40 horas. Los daños ocasionados por el fallo de tensión en la catenaria eran importantes, y la situación de caos ferroviario se alargó hasta entrado el mediodía.

Un portavoz de Renfe, que cifró los retrasos en una media de 20 minutos, explicó que el servicio entre Gavà y Sitges pudo restablecerse finalmente a las 12.15 horas. Hasta ese momento la circulación funcionó de forma parcial en ese tramo. Los múltiples retrasos acumulados provocaron que la normalidad absoluta no llegara hasta las 13.45 horas, según añadió la misma fuente.Aun así, admitió que más allá de esa hora se registraron algunos retrasos de manera residual en algunos trenes.

Para paliar la cancelación durante dos horas y media del servicio de ese tramo, la compañía ferroviaria habilitó autobuses especiales tanto entre Castelldefels y Barcelona como entre Gavà y Sitges, una lanzadera en el trayecto Sitges - Sant Vicenç de Calders para llevar a los usuarios después hasta la capital catalana por la línea C-4, y trenes lanzadera que conectaron Gavà con Barcelona y Sant Celoni.

Pese a esas medidas, las aglomeraciones que sufrieron los usuarios de la línea C-2 fueron significativas. En los vagones, en los autobuses y en las propias estaciones se produjeron escenas de amontonamientos. Desesperados ante la certeza de que llegarían tarde a su puesto de trabajo o a su universidad, muchos viajeros denunciaron ayer la falta de información recibida por parte de la compañía.

Las demoras afectaron a toda la red de Renfe en Barcelona. Los responsables técnicos de ADIF, entidad pública responsable de las vías, no pudieron precisar las causas que originaron la avería eléctrica. Por su parte, el delegado del Ministerio de Fomento en Cataluña, Jordi Prats, apuntó que el fallo podía deberse «a la catenaria, a la explotación ferroviaria o bien al pantógrafo», pieza situada en los trenes de la que éstos toman la corriente.

Tampoco se puede descartar que la avería respondiese a algún tipo de acción vandálica, extremo que deberá ser investigado.El incidente también tuvo consecuencias en el tráfico rodado, que registró un incremento de vehículos tanto por la autovía de Castelldefels como por la autopista del Garraf.