Los abogados de un joven que ha denunciado a los Mossos d'Esquadra por detención ilegal, amenazas y lesiones lamentaron ayer la pasividad del Departament d'Interior ante el esclarecimiento de los hechos, que para más inri, no son aislados.
El titular del juzgado de instrucción número 24 de Barcelona, el magistrado Josep Majó, ha imputado a tres de los agentes por los delitos de detención ilegal y contra la integridad moral, pero la investigación se ha ampliado a otros cinco agentes que estuvieron presentes cuando se produjo la presunta agresión, ya en comisaría, sin hacer nada para impedirlo.
Según los abogados del Col·lectiu Ronda, que defienden al denunciante, Toni Medina, más allá de la responsabilidad concreta que puedan tener los agentes implicados en los hechos el Departament d'Interior ha exhibido, durante la instrucción de la causa, que se ha dilatado desde el verano, una actitud «pasiva», entorpeciendo la investigación por falta de identificación de los agentes que en la noche de los hechos se encontraban de servicio en la comisaría de Les Corts de Barcelona.
Si bien los tres agentes fuera de servicio que han sido imputados fueron rápidamente identificados porque ellos mismos elaboraron el atestado por el cual atribuían al detenido un delito, los otros cinco aún no han podido ser reconocidos a estas alturas de la investigación judicial.
Según el Departament d'Interior, que manifestó ayer su «firme voluntad» de investigar los hechos, el juez dispone desde octubre de una lista «exhaustiva» con todos los agentes que estaban de servicio en la comisaría aquel día.
El juez estudia organizar una rueda de reconocimiento para que el denunciante pueda identificar a aquellos que participaron en los hechos. Se da la circunstancia de que el juzgado también tiene otras diligencias abiertas por otra actuación irregular de algún agente de los Mossos d'Esquadra en el interior de la misma discoteca, la sala de fiestas Bikini.
Medina relató ayer en rueda de prensa que el detonante de los hechos fue un roce a una mujer, Mosso d'Esquadra fuera de servicio.Cuando el denunciante quiso mediar, empujó a un agente, y a partir de aquí, la pelea fue a más, hasta que el portero de la sala Bikini les expulsó del local. Los mossos se habrían identificado como tales en aquel momento, y habrían insistido en hacerse cargo del atestado ante una patrulla que acudió al lugar.
Ya en el interior de la comisaría, los dos mossos golpearon presuntamente al joven, «a rodillazos» y golpes con sus manos, causándole una herida en el ojo y hematomas en el hombro y los costados.
Tras darle la paliza, siempre según la versión del denunciante, los dos agentes le cogieron por la oreja y le dijeron que si les denunciaba descubrirían dónde vivía, le matarían y violarían a su esposa, según Toni Medina.
Los abogados del denunciante, Núria Vilarnau y Matías Grífol, también denunciaron que los mossos no sólo no han sido suspendidos cautelarmente de sus funciones, sino que además son defendidos por un letrado de la Generalitat. Por su parte, el Departament d'Interior señala que en cuanto tuvieron conocimiento de la denuncia, la división de Asuntos Internos abrió un expediente «de información reservada» que, siguiendo el procedimiento habitual, quedó archivado al iniciarse el procedimiento judicial.