El Cuerpo Nacional de Policía continúa investigando el hallazgo que se produjo la semana pasada de diez rifles de asalto del ejército noruego que se encontraban junto a una cantera en la localidad de Tarragona. La Dirección General de Energía y Minas de la Generalitat de Cataluña se puso ayer en contacto con una responsable de la cantera junto a la que aparecieron las armas para pedirle explicaciones.
Tras enterarse del hallazgo, desde esta dirección general, telefonearon a una de las responsables de la cantera Ferran, dedicada a la extracción de piedra natural. El pasado jueves, día 15, un hombre que paseaba por un camino que lleva a la cantera encontró una bolsa en cuyo interior había diez rifles de asalto Heckler & Coch G3A3, de fabricación alemana y que llevaban el punzón del ejército de Noruega, como adelantó en su edición de ayer este diario.
Los hechos fueron puestos en conocimiento de la Guardia Civil y numerosas patrullas de este cuerpo policial se trasladaron hasta el lugar en el que fueron halladas las armas.
Una responsable de la cantera Ferran explicó ayer a EL MUNDO que ese día vio como numerosos agentes de la Guardia Civil bloqueaban la entrada a la pedrera. Según esta mujer, pidió a los policías que dejaran pasar un camión y les preguntó qué es lo que sucedía.La respuesta que obtuvo, según aseguró la mujer, fue «nada, nada».
La responsable de esta cantera se quejó ayer de que le hubieran pedido explicaciones después de enterarse del hallazgo de las armas al leer este diario. «Ya tenemos suficientes problemas con los explosivos como para que nos pase una cosa así», explicó esta mujer, que recordó que la bolsa en la que se encontraban los rifles de asalto «estaba fuera» de la pedrera. En concreto a unos 300 metros, según explicaron fuentes de la investigación.
Los diez rifles que fueron hallados el jueves pertenecen al ejército noruego y son de gran precisión. Las hipótesis con las que trabajan los investigadores del Cuerpo Nacional de Policía, que se han hecho cargo del caso, se centran en una célula de Al Qaeda o en una organización criminal de la Europa del Este.
La primera de las posibilidades está avalada por las últimas informaciones con las que cuentan las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, que han detectado una creciente presencia de salafistas -la corriente musulmana más radical- en la provincia de Tarragona.Una demostración de la implantación de estas redes que captan jóvenes para enviarlos a Irak fue la detención que se produjo a principios de este mes de Mbark Jaafari, alias El Tigre, que supuestamente captó a 32 terroristas suicidas. Fuentes de la investigación consideran que el sospechoso -arrestado en Reus y que se encuentra en prisión por orden de la Audiencia Nacional- es una de las piezas claves de un complejo entramado formado por islamistas radicales y los Grupos Salafistas para la prediación y el Combate (GSPC) argelinos. Tarragona ya fue relacionada anteriormente con Al Qaeda, ya que uno de los pilotos del 11-M, Mohamed Atta, partició en una reunión con sus superiores en la localidad de Salou.
Fuentes policiales señalaron ayer que ya se han puesto en contacto con la Interpol para comunicar el hallazgo de estas armas -con un alcance máximo de 1.200 metros- y con la intención de que las autoridades de su país de procedencia analicen si han sufrido un robo en los últimos meses.
Autoridades noruegas explicaron ayer que en los últimos 25 años han sido robados 976 rifles de estas características, de los que 815 fueron sustraídos antes de 1999. Además, las citadas fuentes señalaron que en este mismo intervalo de tiempo han sido robadas 47 metralletas. Estas armas se encuentran en el interior de depósitos que hasta hace dos años no tenían apenas vigilancia.
Traspaso de diligencias
BARCELONA.- No tenían por qué hacerlo aparentemente pero el caso es que la Guardia Civil de Tarragona remitió la semana pasada las indagaciones que abrieron a raíz del hallazgo de diez rifles de asalto Heckler & Coch G3A3 junto a una cantera a la comisaría de la localidad del Cuerpo Nacional de Policía. ¿Por qué? Las fuentes consultadas ayer de ambos cuerpos policiales aseguraron «desconocer» los motivos de esta decisión, máxime cuando la Guardia Civil tiene competencias en materia de armas y de terrorismo.
Los que saben el por qué se remitieron las diligencias al Cuerpo Nacional de Policía prefieren no explicarlo. Por lo menos de momento.
Lo cierto es que el hallazgo de este armamento ha causado preocupación en ambos cuerpos policiales porque se trata de armas muy especializadas y que se utilizan en campañas militares en muchos países europeos.
