Pasaban algunos minutos de las 15 horas cuando dos hombres iniciaron una discusión en el andén de la estación de Navas de la línea 1 del Metro de Barcelona. David Z. G. empujó a la víctima, que cayó a la vía décimas de segundo antes de que pasara un convoy, según explicaron testigos presenciales. El homicida salió corriendo, pero entre los servicios de seguridad del metro y algunos ciudadanos pudieron retenerle ya en la calle. Hasta allí acudieron diversas dotaciones de los Mossos d'Esquadra, que arrestaron al sospechoso y se hicieron cargo de la investigación. Una de las personas que inmovilizó al joven, aseguró ayer que pensó que se trataba de un carterista.

Mientras, los servicios médicos de dos ambulancias intentaron reanimar sin éxito a la víctima, cuyo cuerpo quedó atrapado entre el último y el penúltimo vagón.

Fuentes policiales explicaron ayer que los Mossos estaban pendientes de recibir de Transports Metropolitans de Barcelona (TMB) las cintas de las cámaras de videovigilancia de la estación. Además de poder visionar los hechos, los investigadores esperaban conocer algunos detalles del homicidio. Por ejemplo, si víctima y agresor entraron juntos en la estación, lo que esclarecerá si se conocían o si la discusión se inició en el andén.

Los pasajeros que viajaban en el convoy que arrolló al fallecido explicaron que escucharon un fuerte grito e inmediatamente se apagaron las luces del tren, donde permanecieron durante diez minutos sin saber lo que había sucedido.

Ayer la pesadilla de muchos usuarios del metro se hizo realidad para la víctima. Ser arrollado por un tren tras ser empujado a la vía.