BARCELONA.-
El escultor catalán Lluís Blanc inaugura una exposición de su trayectoria en perspectiva titulada 30 anys d'Escultura.El Espai Volart de la Fundació Vila Casas ofrecerá esta reflexión sobre su obra hasta el 21 de abril.
La exposición cierra un ciclo de extensa producción con una revisión de distintos momentos creativos de los últimos 30 años. El escultor se propuso aprovechar esta ocasión para realizar una reflexión sobre su obra entendiéndola como un todo, buscando una lógica interna en su evolución.
Compuesta por 38 esculturas, la exposición permite ver cómo el artista toma fragmentos de la naturaleza y de la realidad y los modela hasta crear su propia imagen del universo. Aunque últimamente su obra se había centrado más en la geometría radical, ahora parece haber experimentado una vuelta a sus orígenes, en el minimalismo orgánico, con una fusión entre la forma orgánica y la geometría estricta.
Destacan en sus trabajos la variedad de materiales, con estructuras porosas, superficies lisas y ensamblajes hechos con la propia piedra. Según la escritora y filósofa Nelly Schnaith, «la piedra y el hierro que antes parecían exigir reglas de gestación formal excluyentes, entablan ahora relaciones de reciprocidad que permiten una mútua traducción de movimientos y ritmos».
La apariencia de estructura moldeable parece que puede cambiar en cualquier momento y es el resultado del juego entre la sombra convertida en volúmen y el espectador, que debe completar la obra con su mirada. «La escultura nacería a partir de un elemento que no está en ella, un foco luminoso, pero determina su existencia como complejo plástico», según Arnau Puig, catedrático de estética de la Universitat Politècnica de Catalunya.
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