«En marzo se aprobará el plan de reforma de la plaza de las Glòries y dispondremos legalmente del solar para empezar a hacer las obras», aseguró Carles Martí, que recordó que la Generalitat aporta a la construcción del Centre del Disseny 58 millones de euros, capital que se invertirá en la preparación del terreno previa al inicio de las obras, en los trabajos de construcción, en la urbanización del entorno y en la adquisición de nuevas colecciones, que se sumarán a las que ya existen en el Museu del Tèxtil i de la Indumentària y en el Museu de les Arts Decoratives y que convergerán en el nuevo centro.

El concejal de Cultura adelantó también que mientras duren las obras, el Centre del Disseny tendrá una sede provisional en el Palau Nadal, en la calle Moncada -donde ahora reside el Museu Tèxtil i de la Indumentària-, que empezará a funcionar a finales de este año. Para este período de transición, el Ayuntamiento invierte un millón de euros este año y dos más en 2008. «En el emplazamiento provisional empezaremos a organizar actividades y activaremos la búsqueda de nuevas colecciones, sobre todo de diseño gráfico y comunicación, que son las que le faltan al futuro centro», explicó Ramon Prat, quien también se encargó de aclarar que la colección del Museu de la Ceràmica queda fuera del proyecto.«Merece una visibilidad única y específica», argumentó Prat, sin poder dar a conocer el futuro hogar del museo, que ahora vive en el Palau de Pedralbes junto al Museu de les Arts Decoratives.

Las obras para preparar el terreno se iniciarán el próximo mes de julio y un año más tarde empezará a alzarse el edificio proyectado por el estudio MBM. Las obras no serán cómodas: coincidirán en el tiempo y en el espacio con otras mucho más aparatosas, las de la reforma integral de la plaza de las Glòries y el soterramiento de la Gran Via.

Arquitectura, diseño gráfico, audiovisual y de la comunicación, diseño de producto y diseño de moda serán los cuatro ejes temáticos sobre los que se sustentará el futuro equipamiento, que dispondrá de 25.000 metros cuadrados y un aspecto peculiar: sobre una pequeña base se alzan varias plantas que acaban en un voladizo con una pantalla gigante que mira a Glòries. El acabado exterior será plateado, de aluminio, para contrarrestar con los colores de la Torre Agbar. Y no será muy alto, para que no pueda interrumpir su visibilidad.

Oriol Bohigas destacó que el Centre del Disseny -cuyo nombre definitivo todavía está por determinar- tendrá dos accesos, uno por Glòries (con vía directa al metro) y otro por la calle Avila, de Poblenou. Esta parte trasera dispondrá de un lago que no tiene únicamente funciones decorativas: el agua se utiliza para enfriar el aire de la aclimtación y funciona también como depósito para los servicios de extinción de incendios.

En cuanto al contenido que llenará de exposiciones, actividades, ciclos y debates el Centre del Disseny, Ramon Prat destacó que el nuevo equipamiento deberá reforzar la actividad del tejido profesional -«muy potente, pero muy disperso»- y que funcionará como museo (con las colecciones permanentes y las exposiciones temporales); como escenario, donde se podrá ver qué sucede alrededor del mundo del diseño; como laboratorio en el que la experimentación dé sus frutos; y como centro de producción, en el que se implique a las empresas.

Ramon Prat habló también de las posibilidades expositivas del centro, de manera que habrá muestras clásicas, en las que el espectador mira una pieza que se le pone delante, y otras más experimentales, en las que el visitante podrá tocar y probar lo que ve. Una de las mayores innovaciones del edificio será la gran pantalla que preside la sala de actos y que es visible desde el exterior, de manera que lo que sucede dentro se puede ver desde fuera.