JULIO VALDEON BLANCO. Especial para EL MUNDO
NUEVA YORK.-
Congelado en su mansión, en el interior de un ataúd de oro, donde yacía desde su muerte el pasado 24 de diciembre, James Brown aguardaba la resolución de sus múltiples líos jurídicos. Tomi Rae Hynie, su última mujer, ha alcanzado un acuerdo con los hijos del cantante sobre el lugar donde reposará el rey del funk. El sitio donde será enterrado permanece en secreto, según informó la CNN.
Entre tanto, el abogado de Brown asegura que revisa el cadáver asiduamente: «Voy, abro el féretro y lo cierro. Está bien». No deja de resultar triste que cuestiones luctuosas relacionadas con la putrefacción hayan emparentado los casos de Anne Nicole Smith, cuyo únito mérito fue la ingestión de botox, y el gran James Brown.
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