La compra de Corsán-Corviam por Isolux en agosto de 2005 fue precedida de un largo y ajetreado proceso de tanteo entre varios pretendientes. A la convocatoria acudieron la firma de capital riesgo Dinamia, las constructoras Ploder y Altec, Isolux y la inmobiliaria andaluza Somersen.
Tras los primeros contactos, Corsán Corviam seleccionó las ofertas lideradas por Dinamia e Isolux, pero el proceso se complicó con la entrada en la puja de Grupo San José y la retirada de la empresa de capital riesgo, lo que allanó el camino al grupo de ingeniería.
La venta definitiva al grupo Isolux culminó en mayo de 2004. Desde su integración en Isolux Corsán, presidida por Luis Delso, ha resultado adjudicataria de grandes proyectos de infraestructuras, como las obras del eje ferroviario de Alta Velocidad Orense-Santiago de Compostela o la construcción de la autopista Madrid-Toledo, inaugurada en 2006.
Sin embargo, el incidente de ayer no es la única mancha de esta empresa, que en 2004 fue multada por la Inspección de Trabajo con 3.000 euros por subcontratar a 59 trabajadores portugueses empleados bajo el convenio colectivo de su país de origen.
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