El Ministerio de Economía y Hacienda destacó ayer, a través de una nota de prensa, que el crecimiento del 3,9% de la economía española en 2006 es el más alto de los últimos seis años y supone un diferencial positivo de 1,2 puntos sobre el registrado en la zona euro.
Respecto a la composición del crecimiento, el departamento de Pedro Solbes pone el acento en el equilibrio alcanzado en los últimos meses gracias a «una moderación del consumo» y al incremento de la inversión en bienes de equipo, que creció un 9,7%, la mayor tasa registrada desde 1999. Este dato, destacó Economía, refleja la confianza empresarial en las expectativas económicas.
El departamento de Solbes también se felicitó por el comportamiento de la demanda externa, que restó un punto al crecimiento del PIB, frente a los 1,7 puntos de 2005, debido al aumento de las exportaciones, cuyo crecimiento fue del 6,2%, frente al 1,5% del año anterior.
El análisis de Economía también pone el acento en el incremento de la productividad, que se situó en el 0,8% -frente al 0,4% de 2005- gracias a la aceleración de la tasa en el cuarto trimestre, cuando llegó al 1%.
Los datos fueron valorados ayer por el vicepresidente Solbes en los pasillos del Senado, donde dijo a los periodistas que todo apunta a una «corrección de los desequilibrios de la economía española». Entre ellos, aludió a la inflación, que cerró 2006 en el 2,4% interanual y que, en su opinión, podría bajar hasta el 2% en el primer semestre de 2007.
Los riesgos
Los datos facilitados ayer por el INE no fueron tan celebrados por parte de sindicatos y partidos políticos. Así, el secretario de Política Económica y de Empleo del PP, Miguel Arias Cañete, lamentó que España no esté «sabiendo aprovechar la recuperación europea», tal y como demuestra que la convergencia real con Europa «se ha desacelerado desde el inicio de la legislatura». Arias Cañete reiteró la necesidad de que el INE deje de centrar sus análisis en el crecimiento del PIB, distorsionado por los aumentos de la población, y facilite datos sobre el crecimiento del PIB por habitante, tal y como hace Eurostat.
Utilizando otros argumentos, tampoco el coordinador ejecutivo de Economía de IU, Manuel Alcaraz, se mostró satisfecho con la marcha de la economía, cuyos buenos resultados, denunció, «se están produciendo a costa de enormes tasas de precariedad y siniestralidad laboral». Alcaraz denunció el desequilibrio de los beneficios. «Se moderan los salarios», dijo, «pero se incrementan desorbitadamente los beneficios empresariales y la precariedad y la inseguridad en el trabajo».
Tampoco fueron complacientes las valoraciones de los sindicatos. CCOO advirtió que los buenos resultados están acompañados de «serios problemas estructurales que ensombrecen la capacidad de crecimiento de la economía». Por su parte, UGT subrayó que la economía crece más, pero de forma más desequilibrada que en la UE.