Jueves, 22 de febrero de 2007. Año: XVIII. Numero: 6276.
ESPAÑA
 
Zapatero ordenó por teléfono a la ministra Salgado que retirase la ley sobre el vino
El lunes decidió excluir al vino del texto, el martes por la mañana la ministra se negó y horas después el presidente acabó con el anteproyecto
R. J. ALVAREZ / F. GAREA

MADRID.- El martes, a la hora de comer, probablemente regada su mesa con una copa de buen vino, el presidente del Gobierno telefoneó a la ministra de Sanidad y le ordenó que esa misma tarde anunciara en público la muerte de la ley del alcohol.

Tres horas después, Elena Salgado se arropó con los altos cargos de su Ministerio para no estar tan sola en la decisión más difícil que ha tenido que defender desde que pilota las sanidades patrias.

Hasta el pasado lunes, no había en el Gobierno ninguna intención de liquidar la ley de prevención de consumo de alcohol en menores. La brusca retirada del anteproyecto -el segundo que aborta el Gobierno socialista antes de su tramitación, después de la Ley de Bases de Régimen Local- se fraguó en la mañana de anteayer.

Según la información a la que ha accedido este periódico, el lunes por la noche, José Luis Rodríguez Zapatero decidió que se rebajara significativamente el borrador que Salgado iba a presentar al sector vitivinícola al día siguiente.

Esa suavización -que hubiera sido la tercera con respecto al texto original de septiembre- habría supuesto la práctica exclusión del vino, una serie de privilegios publicitarios y de consumo que habría colocado a tan hispano caldo fuera del texto. O sea, lo mismo que pedían los profesionales del vino, varias comunidades autónomas gobernadas por los socialistas, algunos miembros del propio Gobierno y, por supuesto, el PP.

El presidente tenía miedo del precio electoral que podía suponer una ley atacada por las CCAA (socialistas o no) donde el vino se vende como cultura popular.

En la mañana del martes, la ministra recibió a representantes de los bodegueros y de los agricultores. Mientras, Zapatero viajaba a Ibiza para reunirse con el primer ministro italiano, Romano Prodi, en una cumbre de defensa de la dieta mediterránea.

Sin embargo, en la sede del Ministerio las cosas no fueron como él las había planeado la noche anterior. Salgado presentó a sus interlocutores un nuevo borrador en el que se hacía una mención a la Ley del Vino y de la Viña que contemplaba la promoción institucional de esa bebida e incluso recomendaba su consumo moderado en adultos. Pero un párrafo más abajo aclaraba que el vino estaría sujeto a las mismas condiciones que el resto de bebidas alcohólicas: todas las que igualaran o superaran los 1,2 grados.

Las organizaciones agrarias y los productores de vino montaron en cólera. Salieron de la reunión con el cuchillo entre los dientes y anunciaron públicamente la «ruptura de negociaciones» con Sanidad. Algunos hablaron de movilizaciones futuras y le subieron la temperatura a un día que acabaría en noticia mayúscula.

Zapatero fue informado del incendio vinícola. Sus colaboradores le contaron que Salgado se había negado a adelgazar más la ley y que había dicho al sector que el vino no quedaría excluido de ninguna manera de una norma pensada y articulada para reducir las «alarmantes» cifras de consumo en adolescentes, que no prohibía «en ningún caso» el consumo a los adultos y que establecía limitaciones publicitarias «totalmente asumibles» por la industria.

El presidente del Gobierno dijo entonces que le pusieran con su ministra de Sanidad. Las fuentes de EL MUNDO cuentan que la conversación fue «muy tensa» y que Zapatero criticó el proceso negociador que Salgado había llevado en el asunto. Enfadado, el jefe de Gobierno ordenó a su ministra que retirara de inmediato la tramitación de la ley al completo y que lo anunciara esa misma tarde.

Cuando Elena Salgado terminó de justificar ante los periodistas el final traumático de esta ley, sonrió y dijo: «Antes de rebajarla, la retiro». Quizá sea el principio de su propio adiós, algo que ya le ha insinuado en privado a algunos compañeros de Gobierno en los últimos meses.

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