MADRID.-
La Federación de Asociaciones Autonómicas de Víctimas del Terrorismo (FAAVT) y la Asociación Unificada de Militares Españoles (AUME) pidieron ayer que la soldado española muerta en Afganistán y los otros dos soldados heridos sean considerados como víctimas de un atentado terrorista, igual que sucede con los afectados por acciones de ETA o los Grapo.
El portavoz de la FAAVT, Roberto Manrique, dijo que estos soldados tienen que beneficiarse de la aplicación de la Ley de Solidaridad con las Víctimas, aprobada en 1999, porque han sido objeto de una acción violenta en el extranjero. El secretario general de la AUME, Mariano Casado, pidió que sus familiares obtengan «todos los beneficios socioeconómicos que se derivan de dicha consideración». Las familias de los asesinados en atentados reciben un mínimo de 138.232,78 euros, mientras que para los heridos hay indemnizaciones entre 36.060,73 y 390.657,87 euros.
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