El presidente de la Junta de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, parece que sigue la tradición de abandonar la política haciendo ruido, y ayer anunció en Sevilla que recurrirá ante el Tribunal Constitucional el Estatuto de Andalucía por las competencias sobre el río Guadalquivir.
Ibarra ya avisó hace unos meses que podría recurrir varios preceptos del Estatuto andaluz, aunque finalmente sólo se ha decidido por este punto.
El dirigente extremeño explicó ayer que presentará el recurso en cuanto se publique la reforma estatutaria andaluza, «porque afecta a competencias exclusivas del Estado y a un río (el Guadalquivir) en el que Extremadura tiene una parte».
Según Ibarra, «el artículo andaluz que se apodera en exclusiva del río Guadalquivir es una falsa competencia exclusiva porque está redactado para que parezca una verdadera competencia, pero es falsa», dijo el presidente extremeño.
Además, Ibarra repitió una frase, ya dicha hace tiempo para referirse a Andalucía, que luego matizó. Según el dirigente extremeño, esta comunidad «se ha equivocado a la hora de elegir sus comensales» en referencia a la reforma del Estatuto, y reiteró la citada frase de la que en su día se desdijo 24 horas después: «Si te vas a otras mesas corres el riesgo de que sólo te quieran para tocar palmas».
Manuel Chaves, aprovechando el homenaje a Alfonso Perales, compareció ante los medios de comunicación para afirmar que no podía entender la reacción del presidente extremeño que, además, no se la había comunicado.
Chaves, visiblemente molesto, se preguntó el porqué de la actitud de Ibarra, y recordó que la reforma estatutaria fue hecha por unanimidad, «lo que quiere decir que los diputados extremeños, tanto los del PSOE como los del PP, han votado favorablemente el Estatuto de Autonomía y, por tanto, ese artículo».
No obstante, Chaves manifestó que defenderá «con uñas y dientes» las competencias de Andalucía sobre las aguas del Guadalquivir que transcurren por tierras andaluzas. «Voy a defender esa competencia con todos los medios jurídicos a mi alcance y, por supuesto, también ante el Tribunal Constitucional», añadió.
Ni que decir tiene que en el PSOE ha sentado mal la actitud de Ibarra, que reabre viejas guerras internas a las puertas del próximo Comité Federal.