B. P. R.
MADRID.-
El pleno del Senado aprobó ayer, por 224 votos a favor, ninguno en contra y siete abstenciones, la reforma del Estatuto de Autonomía de Baleares, la cuarta sancionada por las Cortes en esta legislatura tras las de Cataluña, Comunidad Valenciana y Andalucía.
En palabras del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que asistió al debate previo, la nueva norma «se adapta al mejor espíritu del Estado de las Autonomías». El texto fue alabado por todos los grupos, excepto IU, que mantuvo sus 20 enmiendas, y ERC, que finalmente sólo defendió una, donde reclamaba «la igualdad jurídica de las dos lenguas oficiales». Todas fueron rechazadas.
Tanto el PP como el PSOE destacaron el «amplio consenso» que permitió aprobar la reforma en el Parlamento balear el pasado 14 de junio, y también ha hecho posible ahora su aprobación en las Cortes.
Los grupos destacaron del nuevo Estatuto el reconocimiento de la insularidad como hecho diferencial, la creación del Consell Insular de Formentera y de una Agencia Tributaria propia y la definición de Baleares como nacionalidad histórica.
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