El cartel rojo inmenso revela el lema de precampaña como una certeza que suena casi a guasa (con perdón). Si se piensa en que el partido en cuestión es IU y en que el candidato que comparece tras más de un mes de batallas internas es Angel Pérez, leer que la coalición «Marca la diferencia» se antoja de Perogrullo, aunque, claro está, no es éste el objetivo del mensaje que, en realidad, habla de programa político.
Como su aspirante a alcalde de Madrid, que para eso convocó ayer a los medios de comunicación «una vez superados los conflictos sobre las candidaturas». De momento, resuelto está el de los cabeza de lista, que no es lo mismo. A poco más de 24 horas de que se tengan que aprobar las listas (será hoy), el mismo Pérez no sabía por la mañana quién iba a ser siquiera su número dos. Las diferencias marcadas, de nuevo.
Quizá por eso no quiso contestar a preguntas sobre este particular y se centró en su objetivo: presentar el decálogo de lo que sería su Gobierno si ganara las elecciones. Por cierto, que de sus aspiraciones en cuanto al resultado que consideraría bueno en las urnas, tampoco comenta. Cada cosa a su tiempo y ahora toca prometer. Sus promesas, «sin estridencias, sin grandes originalidades, sin propuestas estelares, sin pretender llamar la atención desde el punto de vista publicitario. Para hacer política y no publicidad».
Sí aclaró Pérez que en su difusión durante la campaña trabajará con la candidata de IU a presidenta regional, Inés Sabanés, a pesar de que son evidentes las también famosas diferencias entre ambos. «Tenemos diferencias políticas pero son menores de las que tenemos con otros partidos políticos, por eso los dos estamos en el mismo partido y haremos campaña juntos».
Advertidos todos de lo que viene, repasó Pérez su modelo de ciudad, «que es lo que interesa al ciudadano y que está basado en los ciudadanos, en las personas, y no en las obras». Si lo dibujara, la imagen mostraría a los madrileños con un empleo estable, con una vivienda, con calles para pasear y con los equipamientos públicos a 10 minutos de casa como máximo, además de Juntas de Distrito con verdadera participación vecinal. «Ya sabemos que no es fácil», reconoció el candidato de la coalición, «pero no es imposible». «Con IU es posible», que completa el cartel preelectoral.
¿Cómo? Pues propone dedicar el 2% del total del presupuesto municipal a un Plan municipal de Vivienda Joven que «garantice la emancipación y el acceso efectivo a una vivienda digna» a los jóvenes madrileños. «Hay que conseguir que la vivienda suponga menos de un 30% de la renta y que el alquiler no supere los 500 euros al mes».
Para luchar contra la precariedad, Pérez defiende un Plan municipal por la Calidad en el Empleo que «convierta al Ayuntamiento en generador de empleo de calidad y cohesión social y territorial, haciendo uso de las condiciones que impone a las empresas que se contratan desde éste». La estrategia incluiría «la utilización de pliegos y cláusulas generales contra la siniestralidad laboral en las obras que contrate el Ayuntamiento y poner fin a la eventualidad y a las externalizaciones en la política de contratación municipal».
Además, IU quiere «estar en los barrios», considerados «Areas Urbanas de Atención Preferente» por medio de un plan que contemple aspectos urbanísticos, sociales, económicos y medioambientales, dotado de una cantidad no inferior al 5% del presupuesto municipal.
Coincide con su oponente del PSOE, Miguel Sebastián, en la apuesta por descentralizar el poder municipal y por la devolución del espacio al peatón, pero de posibles pactos de Gobierno tampoco habla. «El PSOE tiende a pensar que IU está ahí por si le hacen falta sus votos para gobernar, pero eso no es así», advirtió Angel Pérez