Después de su paso por diferentes teatros de Argentina (su país de origen), Alemania y Francia, llega a la capital esta comedia que se alza sobre los pilares del humor. Del humor negro, más concretamente. «Se trata de un humor infantil, no morboso. El humor negro aparece aquí con la inocencia de los niños. Ellos nunca hacen juicios de valor», señaló ayer Gotbeter en la presentación del montaje.

En esta pequeña ficción Gotbeter es Renato, «el personaje que más se enfrenta con las preguntas» que plantea Desquiciados. A su lado están la frágil Magdalena (Paula Severi), la vehemente Libia (Verónica Celery) y la pusilánime Ursula (Pochi Duchase). «Los personajes no están locos, pero están fuera del marco que los contiene. Por eso están desquiciados», explicó Gotbeter. «El único vínculo que se establece entre ellos es que les pasa lo mismo. No hay una estructura habitual en este montaje. Se observa a los personajes en diferentes momentos de su problemática». Y ésta no es otra que el miedo: «Es esa bola de nieve que los paraliza y que los lleva a pelearse los unos con los otros».

Claudio Gotbeter, fundador de la compañía Comedias Negras, atesora un nutrido palmarés dramático con textos que se han representado con éxito en los principales festivales de Suramérica. «Mis preocupaciones son la fragilidad, el desamparo y la incertidumbre. Hablo de personas que se proponen hacer algo, pero que no saben qué es ese algo. Supongo que esta duda es parte de nuestra naturaleza».

Desquiciados

. Centro Cultural de la Villa (plaza de Colón s/n). Hasta el domingo. Localidades: 20 euros.