De llevarse a cabo la operación, la dirección del grupo con base en Auburn Hills (Michigan) podría ser encomendada al alemán Wolfgang Bernhard. Éste recibió el pasado mes de enero la carta de libertad por parte del Grupo Volkswagen, donde era presidente del Grupo de Marcas Clásicas, integrado por Skoda, Volkswagen y Bentley.

Bernhard fue la mano derecha de Dieter Zetsche, actual presidente de DaimlerChrysler, en el reflotamiento del Grupo Chrysler -que agrupa a las marcas Chrysler, Jeep y Dodge- y del que llegó a ser máximo responsable de Operaciones.

Vuelta a Stuttgart

En vista del éxito, a principios de esta década Bernhard fue llamado de vuelta a Stuttgart, para suceder a Jürgen Hubbert al frente del Grupo de Marcas Mercedes. Sin embargo, a finales de junio de 2004 fue defenestrado y abandonó el grupo.

A comienzos de 2005, Bernhard fue fichado por Bernd Pischetsrieder, presidente del Grupo Volkswagen, para hacerse cargo del citado Grupo de Marcas Clásicas. Ocupó el puesto hasta enero de este año, cuando tras el sorpresivo relevo de Pischetsrieder por Martin Winter-korn, recibió la carta de libertad.

El ex directivo de Chrysler podría ser ahora fichado por Magna, para hacerse cargo del grupo automovilístico estadounidense, después de que el consorcio germano-estadounidense mostrase su disposición a deshacerse de su filial americana, que cerró sus cuentas de 2006 con unas pérdidas de 1.500 millones de dólares (unos 1.150 millones de euros) y que ya ha anunciado que eliminará 13.000 puestos de trabajo.

La operación puede resultar ruinosa para Daimler-Benz, que en 1998 pagó 27.500 millones de euros al cambio actual por el Grupo Chrysler, y que ahora es valorado por Morgan Stanley en 5.000 millones de euros, tras descontar las cargas financieras, o hasta 12.000 millones con ellas.

Magna, que cuenta con una plantilla de 82.000 empleados y 228 centros de producción repartidos en 23 países, es uno de los principales suministradores de piezas y componentes de Daim-lerChrysler, que es su principal cliente y representa un 25% de sus ventas totales.

Además, su filial europea Magna Steyr, ensambla en Austria los modelos Chrysler Voyager y 300 C, además del Jeep Grand Cherokee.

Las posibilidades de que Magna sea finalmente el comprador de Chrysler se ven acrecentadas después de que Hyundai, Renault-Nissan y Volkswagen han asegurado que no están interesados en la operación y que, incluso la propia General Motors tampoco parezca encantada con la idea de una compra.