El primer ministro danés, Anders Fogh Rasmussen, anunció ayer que Dinamarca retirará su batallón del sur de Irak, formado por unos 400 hombres, antes del próximo agosto, y que enviará en su lugar un contingente menor y reforzará la ayuda civil, además de aumentar la presencia militar en Afganistán.
Rasmussen resaltó que la reestructuración en Irak no supone sólo a una adaptación a la nueva etapa y que obedece a los planes fijados en su momento por la coalición internacional para que el Gobierno de ese país fuera asumiendo el control en las provincias del sur, y que se trataba de una decisión consensuada con sus socios británicos y las autoridades iraquíes.
El jefe de Gobierno danés negó en rueda de prensa en Copenhague que Bush le hubiera propuesto trasladar las tropas danesas de la provincia sureña de Basora a Bagdad. El plan del Gobierno liberal-conservador danés incluye el envío de cuatro helicópteros de observación y 55 soldados al sur de Irak de agosto a diciembre de este año, así como el aumento del personal danés para las labores de entrenamiento de las fuerzas militares y policiales iraquíes.
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