El Centro Cultural del Born iba a ser realidad en 2007 pero, finalmente, no se inaugurará hasta diciembre del 2009.Eso si no vuelven a fallar las previsiones. El horizonte del 2007 se pactó a partir de un anteproyecto pero, desde que se iniciaran las obras, el plan estratégico se ha modificado para adaptarse a la propia estructura del Mercat del Born. «El proyecto es el mismo y mantiene la misma idea», reconoció ayer el concejal de Cultura, Carles Martí.
Los cambios en el Centro Cultural del Born (que «no se llamará CCB para no crear confusión», señaló Martí) son pocos y responden a las necesidades arquitectónicas del mercado modernista proyectado por Fontseré en el siglo XIX. La «buena noticia» es que se reducirá hasta la mitad la superficie de nueva construcción, lo que permitirá «aligerar» el recinto, explicó el arquitecto encargado del proyecto, Enric Sorià. Así, se pasará de 8.000 metros cuadrados a 4.000, con lo que la «visión del edificio y del yacimiento arqueológico será más clara y perceptible», añadió Sorià.
¿Cómo se han economizado los 4.000 metros cuadrados? Se han eliminado seis altillos, varios pasillos y parte de la plataforma que se construirá a nivel de calle sobre las ruinas de 1714. El espacio de explicación permanente del patrimonio histórico se reducirá al máximo en beneficio de las «actividades contemporáneas», apuntó el concejal.
«Por respeto a las características casi catedralicias del Born hemos ganado en ligereza y simplicidad», afirmó el gerente del Institut de Cultura de Barcelona (ICUB), Jordi Martí. Tras el proceso de restauración, «el acabado exterior será igual», indicó Sorià.
En el interior del recinto, los arquitectos han querido mantener el recorrido circular de los visitantes y construirán pasarelas que dejen al descubierto las ruinas de 1714. El objetivo es que el Born sea un espacio público de paso y paseo, así que habrá una zona de libre acceso que se abrirá a los peatones para que lo puedan cruzar. «Será casi como una plaza cubierta», comparó el gerente del ICUB. Sólo habrá que pagar para acceder a las ruinas y a las diferentes exposiciones. Con esta «plaza cubierta» se constituirá un particular «eje cultural» entre la catedral de Santa Maria del Mar, el Museu Picasso, el Mercat del Born y la Ciutadella, señaló Jordi Martí.
Para potenciar la idea de espacio público, las calles que rodean el mercado (Fusina, Rivera y Comercial) tendrán también un carácter peatonal: se plantarán árboles y los coches no podrán aparcar aunque sí circular.
Una posibilidad que se baraja es la incorporación de gradas en forma de anfiteatro para montar espectáculos diversos, desde recitales de poesía o conciertos a obras de teatro.
No hay cambios en el edificio anexo de nueva planta, cuya construcción ya está muy avanzada, informó Sorià. A las tres plantas del anexo se accederá a través de una galería en el subsuelo que lo conectará con el Centro Cultural, del que será un complemento.
Ayer, en conferencia de prensa, el concejal socialista informó de todas las actuaciones de mejora y restauración que se han llevado a cabo desde el inicio de las obras. También volvió a explicar el proyecto que ya se había presentado en 2005. Las elecciones municipales están a la vuelta de la esquina.