En el calendario local de los amantes del indie pop hay señalada una cita anual con un festival de diminutos grandes nombres.Para algunos barceloneses, acudir al Minifestival de Música Independiente se ha convertido ya en una tradición, más allá de las bandas que integren el cartel. El Mini vuelve a abrir mañana sus puertas en el Auditori Les Basses conservando la misma esencia juvenil y entusiasta que lo vio nacer hace 12 años.
Con cierta nostalgia por épocas pasadas, un claro espíritu do it yourself, pocos recursos económicos y derrochando optimismo a raudales. Así es como se ha ido sucediendo, edición tras edición, este encuentro musical de tan «romántico concepto». Pero sobre todo con el empecinamiento de sus dos (únicos) responsables.
Pese a que organizar esta media maratón musical a veces les ha generado pérdidas monetarias, los dos responsables del Mini mantienen intacta la ilusión de los inicios. Lejos de tirar la toalla ante las dificultades extra que supone el amateurismo, los barceloneses Carles Lafuente (38 años) y Xavi Guillaumes (37 años) encuentran en la promoción de esta cita anual una manera de vivir desde dentro su gran pasión: la música pop.
Fans de The Smiths, Joy Division, House of Love o The Auteurs, a nuestros dos protagonistas les puso en contacto el mundillo fanzinero barcelonés. Corría 1993 cuando Lafuente se dirigió «por carta» a Guillaumes para pedirle un ejemplar de su fanzine Miracles for Sale. Se conocieron, y al poco tiempo Lafuente parió su propio zine: Marca Acme. A partir de ahí, se hicieron inseparables.En lugar de montar un grupo musical, apostaron por ser promotores de conciertos. De un concierto anual, el Mini.
Hoy, la posibilidad de traer a su ciudad a alguna de sus bandas favoritas es ya de por sí una recompensa a pesar de que luego tal vez ni siquiera puedan disfrutar de la actuación. Guillaumes recuerda «lo emocionado que estuve hace unos años ante la certeza de que iba a ver por fin a Trash Can Sinatras, y al final me los perdí por estar ocupado con las cosas de la organización».
Lafuente y Guillaumes, Guillaumes y Lafuente, son como una de esas parejas que nunca deja a su bebé con nadie, ni siquiera cuando ha cumplido ya 12 años. Sin ayuda de nadie más, los dos se ocupan, durante casi un año y con sigilo, de todo el proceso previo a la celebración del evento: contactar con los grupos, diseñar el cartel, promoción... «Es que lo disfrutamos mucho», sonríen. Y llegado el momento en el que han gastado todo el tiempo de ocio que sus trabajos -Guillaumes es operador de cámara en Televisión Española y Lafuente es administrativo de unos grandes almacenes- les permiten, ellos siguen sin delegar ni siquiera las funciones más básicas. Así, durante los conciertos se les puede ver cambiar la imagen de la pantalla, gestionar una entrevista entre un periodista y un artista o incluso sustituir un barril de cerveza tras la barra: «Preferimos hacerlo todo nosotros dos», apuntan. El Mini es su juguete, y no les gusta compartirlo con nadie.
Es precisamente ese trato cercano lo que atrae a muchos artistas internacionales. «Algunos tienen el mismo espíritu entusiasta que nosotros», explica Guillaumes. «Por eso, solemos traer a grupos con cierta experiencia que tras una larga carrera aún no han conseguido demasiada repercusión». Es el caso de The Bitter Springs (22.30 horas). «No han logrado triunfar plenamente, tienen una media de edad de 45 años y ahí siguen, con el mismo entusiasmo del principio y haciendo buenas canciones». Algo parecido ocurre con los renacidos The Frank & Walters (1.00 horas), una banda irlandesa de indie pop cásico surgida a principios de los años 90.
Cuenta Xavi Guillaumes que, para contactar con las bandas, evita dirigirse a sus managers siempre que puede. «Es preferible hablar con los músicos: aman tocar en directo, y eso se nota», apunta, para añadir a continuación que el auge de páginas como myspace.com le facilita mucho la búsqueda y el contacto con las bandas.
Encargado de llevar las cuentas del evento, Carles Lafuente explica que «ninguno de los grupos de este año viene a ganar dinero.Algunos incluso perderán». El dúo Damon and Naomi ha viajado desde Boston para presentar en Barcelona sólo a cambio de los billetes de avión y una noche pagada en un modesto hotel. A eso hay que añadir el pasaje entre Tokio y El Prat del guitarrista japonés Michio Kurihara (Ghost), que subirá al escenario con Damon and Naomi (00.05 horas). «No les pagamos ninguna cantidad por tocar, pero aprovechan el viaje a Europa para hacer otra fecha en Viena, donde puede que sí que cobren», señala Lafuente.
Guillaumes precisa que el motivo por el que algunas bandas internacionales aterrizan en el Mini rechazando cobrar su caché habitual «es el encanto de pasar un fin de semana pagado en Barcelona tocando en un festival indie en que van a estar rodeados de gente a la que le gusta la música». Así de sencillo.
Junto a las tres bandas citadas, completan el cartel el neoyorkino recientemente afincado en Nashville Eef Barzelay (23.15 horas), quien actuará en solitario para presentar sus nuevas canciones, pero también algunas de su banda de siempre, Clem Snide, todas ellas de clara inspiración folk y country alternativo; Dayna Kurtz (21.35 horas), una voz autorizada de la ciudad de los rascacielos cuya (brillante) carrera avanza entre la belleza y la aspereza de sus hirientes canciones; Beezewax (20.45 horas), una banda noruega de power pop que sigue con intensidad el legado de The Posies; y los representantes nacionales Conxita (18.35 horas), Suite (19.15 horas), Pando (20.05 horas) y Nestor Mir y las Potencias del Este, que abrirán el fuego a las 17.45 horas.