Para Prieto, «el problema de la Seguridad Social no son tanto los procesos de jubilación anticipada, sino las bajas tasas de actividad de las mujeres» que persisten en España, dado que, entre las generaciones mayores, aún existe un alto porcentaje de inactividad laboral femenina.

En una jornada sobre Datos Fiscales y de Seguridad Social en la Nueva Muestra de Vidas Laborales, Prieto explicó que la tasa de actividad de las mujeres entre 25 y 54 años se sitúa en el 59%, mientras que la de los hombres es aproximadamente del 80%.

Según el subdirector general de Estudios sobre Empleo, si esta tasa de actividad de las mujeres se mantuviera y no cayese a partir de los 54 años el sistema de pensiones español eliminaría cualquier incertidumbre para el futuro.

Prieto también destacó la importancia que, en este sentido, tienen la flujos migratorios que percibe el mercado laboral español.

Por otro lado, señaló que la edad media de jubilación en España se situe en los 63 años y que, a este respecto, resulta llamativo que entre las mujeres trabajadoras la edad de jubilación sea más tardía y se situé en los 64 años. Por su parte, la edad media de incorporación al mercado laboral son los 25 años.

Esta tesis sirve, entre otras cosas, para echar por tierra los tenebrosos augurios defendidos en un artículo publicado en el último número de la revista de Funcas por David Taguas, el nuevo director de la Oficina Económica de Moncloa, que auguró una crisis del sistema público de pensiones para el año 2010. El secretario de Estado de la Seguridad Social, Octavio Granado, aprovechó su intervención para arremeter contar Taguas, sin nombrarlo, al afirmar que resulta fundamental que los estudios que se hagan sobre este asunto sean «mínimamente aceptables», porque «en el caso contrario», dijo, «estos son sustituidos por datos apocalípticos» que, en último término, «sólo revelan desconocimiento». En opinión del secretario de Estado de Seguridad Social, que comparte rango con el asesor del presidente Zapatero, en ocasiones, «la simplificación se convierte en simpleza».

Durante las mismas jornadas, la asesora de la Dirección General de Ordenación de la Seguridad Social, Almudena Durán, aludió a un trabajo todavía no publicado en el que se precisa que ampliar de 15 a 20 años el número de años que se utilizan para calcular el importe de las pensiones, reduciría la cuantía de las mismas un 4%, aunque, al mismo tiempo, uno de cada cuatro pensionistas verían mejorada su prestación. Según Almudena Durán, estos datos no son estáticos y sufrirán modificaciones en los próximos años, porque los perfiles de cotización de las distintas generaciones está cambiando.

El estudio presentado ayer desmiente algunas de las «verdades oficiales» no cuestionadas hasta ahora. Así, se precisa que si en 1988 las personas que se jubilaban habían cotizado 27 años, las que lo hicieron en 2004 habían cotizado una media de 34 años. Respecto a la incorporación al mercado laboral, la muestra concluye que si en 1980 era de 27 años (32 en el caso de las mujeres) y en 1999 bajó hasta los 23, en la actualidad (sin diferencias entre hombres y mujeres), la edad de incorporación está en los 25 años.