Los gases que salen del buque holandés Ostedijk son tóxicos y parecen haber sido producidos por una combustión que podría provocar temperaturas de hasta 700º C y romper la estructura del carguero, haciéndolo naufragar. Así lo advirtió ayer Greenpeace, que además denunció, al igual que otras asociaciones ecologistas, la falta de transparencia informativa sobre lo que está ocurriendo en el interior del barco.
Aunque los humos emanados no han causado daños graves a personas ni a la fauna marina, un naufragio podría provocar invasiones de algas e incluso una pequeña marea negra debida al fuel que contiene el barco, que se encuentra anclado a una milla y media de la costa gallega mientras se le somete a un proceso de enfriamiento mediante lanzas que derraman agua.
Pilar Tejo, directora de Salvamento Marítimo (dependiente del Ministerio de Fomento), explicó ayer en La Coruña que el vertido de agua sobre la carga de fertilizantes es cada vez «más intenso», y destacó, según Efe, que los resultados evidencian «una mejoría apreciable. Tanto, que los técnicos encargados de controlar la descomposición de los abonos han logrado reducir la emisión de los gases en un 70%.
Pero no hay que cantar victoria. «Todo indica que hay una combustión dentro del barco», aseguró Sara del Río, responsable de la campaña de tóxicos de Greenpeace. Esta asociación pidió hace unos días al Gobierno que aclarase si se estaba produciendo o no una combustión latente, es decir, sin llama. Aunque dicha aclaración no se ha producido -las autoridades hablan de «descomposición autosostenida»-, el hecho de que sigan saliendo gases del interior del barco, así como las características del fertilizante NPK 15-15-15, sugieren que se trata de una combustión.
«O bien la información no es correcta o bien lo que está ocurriendo en el barco es una combustión», explicó Del Río. Según los últimos datos disponibles, la temperatura en el interior del barco es de 350ºC, y aún podría aumentar varios centenares de grados. «Esto no lo aguantaría ningún barco», consideró Del Río.
«De acabar en el mar, el abono supondrá una aportación anormal de nutrientes y provocaría una proliferación de algas», indicó Xosé María García, de la asociación Verdegaia. El exceso de algas, a su vez, podría producir mareas rojas, aunque esta circunstancia «dependerá del grado de renovación de las aguas, de si hay más o menos corriente», señaló este experto ecologista.
Según García, «el mayor problema es la falta de comunicación». «Esto da lugar a que se especule y tienes a la gente temerosa de qué puede pasar». De hecho, «durante los tres primeros días no se informó de nada», y las medidas que se tomaron, como echar agua desde el exterior, «se sabía que no iban a servir de nada».
En todo caso, el fertilizante que lleva el barco no es bioacumulativo y no podrá pasar a la cadena alimentaria, aunque los gases que está emitiendo este producto desde hace días sí son tóxicos, según Greenpeace. De hecho, la ficha de datos de seguridad del NPK 15-15-15 señala que la descomposición de este fertilizante produce óxidos de carbono, óxidos de nitrógeno, óxidos de azufre, compuestos halógenos, fosfatos y cloruros de hidrógeno, gases que pueden llegar a causar edema pulmonar.
De acuerdo con el investigador de la Universidad de Edimburgo Guillermo Rein, estos gases «no son un peligro para la población de la costa, pero podrían tener efectos nocivos en el personal de emergencia que está trabajando cerca del buque». En opinión de este especialista, «las medidas que se están tomando ahora son las correctas, pero se ha empezado a actuar muy tarde». El barco, según Rein, no llegará a estallar debido al incendio, pero se podría tardar dos meses en controlar la situación si no se actúa adecuadamente.
Fertiberia, la empresa que fabrica el abono -y que está prestando apoyo técnico a Salvamento Marítimo-, explicó que la carga de 6.000 toneladas de NPK 15-15-15 que transportaba el Ostedijk es de la empresa noruega Yara y contiene tres nutrientes principales y en proporciones iguales: 15% de nitrógeno, 15% de fósforo y 15% de potasio, y de ahí su denominación como triple 15.
MeteoGalicia ha pronosticado para hoy un empeoramiento de las condiciones del mar en la zona donde está fondeado el Ostedijk. No obstante, en mar abierto la situación será más complicada, ya que el barco se encuentra en un lugar abrigado.