Ana Botella Serrano
El Ayuntamiento de Madrid inició el 29 de marzo de 2004 el Plan Municipal Contra la Explotación Sexual. Es la primera vez que un Ayuntamiento afronta este problema y se posiciona claramente contra la prostitución y la trata de seres humanos con fines de explotación sexual. Consideramos la prostitución como una forma de violencia de género en una de sus formas más antiguas y anacrónicas, que aún está presente en una sociedad democrática, avanzada y libre.
Madrid ha sido la primera ciudad que -en España y en Europa- ha abordado el fenómeno, complejo y controvertido de la prostitución sin ninguna reserva, en el marco del respeto a las competencias propias de la Administración local. Es la primera ciudad que ha adoptado medidas, proporcionado apoyo, atención y alternativa a las mujeres en situación de explotación sexual. Y lo ha hecho situándose al lado de las víctimas para procurar su recuperación personal e inserción sociolaboral.
El Ayuntamiento de Madrid ha emprendido acciones que han sido reconocidas tanto en nuestro país como internacionalmente. Cada vez son más quienes nos apoyan y menos los que defienden regular la prostitución, pues supone un atentado a los derechos humanos y a la igualdad entre mujeres y hombres. Lejos de poder equipararse a una profesión libremente elegida, la prostitución va unida a la trata de mujeres y menores, y a la explotación sexual.
Madrid ha abierto un debate social, ha tomado partido por las víctimas y contra quienes las explotan sexualmente; ha creado recursos públicos específicos y especializados de acercamiento, atención, recuperación y capacitación laboral como medios y alternativas que favorecen la salida de la prostitución a aquellas mujeres que lo desean.
Hemos puesto en funcionamiento una Unidad Móvil que recorre los escenarios de prostitución en nuestra ciudad y que ha recibido más de 6.300 consultas. Se ha creado el primer Centro Municipal de Atención especializada a mujeres prostituidas, donde se diseñan y llevan a cabo proyectos individualizados de intervención con 500 mujeres y puesto en marcha una Línea 900 de atención gratuita a mujeres en prostitución para atender situaciones de emergencia.
Asimismo, hemos generado foros de debate y reflexión entre profesionales y expertos para proporcionar las mejores alternativas de rehabilitación a las víctimas, así como fomentado el trabajo en red de todos los recursos y dispositivos de atención públicos y privados.
No hay duda de que, aunque quede mucho por hacer, estamos en el camino correcto. Es nuestra obligación prestar ayuda y apoyo a todas las víctimas para que encuentren una salida al mundo de la prostitución. No caigamos ahora en prohibir la prostitución en la calle y cerrar los ojos ante la que se ejerce en otros lugares. La prostitución, se ejerza donde se ejerza, reduce a las personas a la categoría de meras mercancías y vulnera sus derechos fundamentales.
A las mujeres que son esclavizadas para comerciar con su sexualidad se las está violando su autonomía personal, su dignidad y su integridad física. Además de ser una forma de esclavitud, la prostitución es un claro ejemplo de violencia contra la mujer.
Ana Botella Serrano. Teniente de Alcalde y concejala de Empleo y Servicios a la Ciudadanía del Ayuntamiento de Madrid
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