La Comunidad de Madrid aprobó ayer una reedición del proyecto que ya presentó hace dos años y que bautizó como Plan Azul para mejorar la calidad del aire de la región. Para darle un tono distinto y de más actualidad, el Consejo de Gobierno de ayer aprobó una «estrategia» para contribuir a frenar el cambio climático y mejorar la calidad del aire en la región que abarca el periodo comprendido entre los años 2006 y 2012.
Se trata de más de 100 medidas recogidas en una propuesta que ni siquiera está «evaluada económicamente» pues ello «depende de cómo se lleve adelante cada actuación», según dijo ayer en rueda de prensa el vicepresidente primero y portavoz, Ignacio González. Éstas son prácticamente las mismas que presentó Esperanza Aguirre en el verano de 2005.
Para González, el objetivo de fondo es que para 2012, año de cumplimiento del Protocolo de Kioto, las emisiones de CO2 actuales se hayan reducido en 4,5 millones de toneladas. Para ello, el Ejecutivo autonómico plantea eliminar las calderas de carbón, aumentar el transporte público, fomentar el ahorro energético tanto en el consumo de electricidad (a través, por ejemplo, del Plan Renove de Electrodomésticos) como en los edificios y viviendas, y reforestar montes, entre otras acciones, informa Europa Press.
González hizo hincapié en que, con esta iniciativa, Madrid se pone «a la cabeza de las comunidades autónomas» que aprueban una estrategia similar, si bien subrayó que «muchas» de las medidas planteadas ya se están llevando a cabo.
Según explicó la Comunidad de Madrid, la Estrategia de Calidad del Aire y Cambio Climático 2006-2012 no es una nueva vuelta al mismo Plan Azul, sino una ampliación del mismo. Así, el nuevo programa incluye la reforestación de 15.000 hectáreas de monte con 15 millones de árboles hasta 2010, lo que supondrá una reducción de 500.000 toneladas anuales de CO2; la impartición de 30.000 cursos de conducción eficiente para ahorrar combustible, y ayudas para promover las energías renovables y mejorar la eficiencia energética de los sectores industrial, residencial y de servicios.
Abarca también acciones en el sector del transporte, por ser uno de los más contaminantes. En este capítulo, se incluye la ampliación de la red de Metro, extender el empleo del biodiésel, gas natural e hidrógeno en la flota de vehículos de los servicios públicos de transporte, y la implantación de dispositivos para la eliminación completa de los vapores producidos por el repostaje de combustible en las estaciones de servicio.
Además, establece acuerdos voluntarios con el sector privado para lograr una reducción significativa de las emisiones contaminantes, especialmente las generadas por el sector de los transportes. De hecho, el Gobierno regional dice haber cerrado ya seis acuerdos con distintos sectores empresariales.
En el campo de la construcción residencial, una de las medidas que se establecen y que ya está en vigor es la concesión de una ayuda de hasta 2.400 euros por vivienda a los promotores que cumplan diversos requisitos medioambientales en sus proyectos residenciales de régimen protegido. Asimismo, se apuesta por renovar la iluminación interior de los edificios y el alumbrado público con bombillas de bajo consumo, y se fomentan los acuerdos con entidades financieras para la obtención por parte de los ciudadanos de créditos preferenciales para la adquisición de viviendas ecológicas.
La portavoz del Grupo Socialista de Medio Ambiente, María Angeles Martínez, denunció ayer que el Gobierno regional «no ha tomado ni un sola medida concreta en toda la legislatura» sobre la calidad del aire pese a que «en cuatro años y a sólo tres meses de las elecciones y a rebufo de la estrategia del Ministerio de Medio Ambiente contra el cambio climático» ha presentado tres medidas al respecto.
Martínez afirmó que, a pesar de las propuestas presentadas, de las cuales «primero fue el Plan Azul, después la Estrategia de Calidad y hoy el Gobierno regional ha presentado 100 medidas para frenar el cambio climático, tratan de aprovechar un plan del Gobierno de España».