RIO DE JANEIRO.-
El Gobierno brasileño publicó ayer un decreto que prohíbe la transferencia a Irán de productos que puedan servir para la producción de armas nucleares y congela todo tipo de recursos económicos que puedan destinarse a esa actividad, informa Efe.
La medida, firmada por el presidente Luiz Inácio Lula da Silva, apoya la exigencia del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para que Teherán suspenda el enriquecimiento de uranio. El decreto, publicado en el Diario Oficial de la Unión, «prohíbe transferir ítems, materiales, equipos, bienes y tecnología que puedan contribuir a [realizar] actividades llevadas a cabo por la República Islámica de Irán relacionadas [...] con el desarrollo de vectores de armas nucleares». La iniciativa del Gobierno de Brasilia también establece «la congelación de fondos, activos financieros y recursos económicos de individuos y entidades» presumiblemente destinados para esas actividades.
La decisión del jefe de Estado fue planteada pese a que Brasilia carece en la actualidad de acuerdos con Teherán en materia nuclear, según indicó a la agencia France Presse el Ministerio de Ciencias y Tecnología. Las autoridades del país asiático anunciaron el año pasado su pretensión de instalar 3.000 centrifugadoras en la localidad de Natanz.
La constitución de Brasil, país que firmó el Tratado de No Proliferación y que posee grandes reservas de uranio en la Amazonia, prohíbe explícitamente la investigación sobre armas nucleares, informa Reuters.
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