Lo primero que hará el jefe de Estado es comprobar que existe suficiente consenso para que Il Professore vuelva al Gobierno de manera estable. Esa posibilidad pasa ineludiblemente por conseguir reforzar la enclenque mayoría de la coalición de centro izquierda en el Senado con el respaldo de representantes de otras formaciones políticas que hasta ahora no apoyaban al Ejecutivo de Prodi. Si es así, el dimisionario primer ministro se sometería a una moción de confianza, la superaría y volvería a tener en sus manos las riendas del país transalpino.

Si Il Professore no lograra los apoyos necesarios, Napolitano podría buscar dentro de la coalición de centro izquierda otro líder que sí concitara el suficiente consenso. Y si tampoco lo encontrara, antes de recurrir a la convocatoria de elecciones anticipadas podría designar un Gobierno técnico integrado por expertos que contaría con la bendición de la mayoría de las formaciones políticas. Ahí está por ejemplo Giuliano Amato, ministro del Interior del Gobierno Prodi y un veterano en la materia, al haber estado ya al frente de dos Ejecutivos de este tipo: entre 1992 y 1993 y entre 2000 y 2001.

Sin embargo, si no lograra tampoco pactar un Ejecutivotécnico, Napolitano se vería obligado a convocar los comicios generales. Con el precedente de que las pasadas elecciones, celebrados hace sólo 10 meses, fueron reñidísimas, las más ajustadas desde la II Guerra Mundial. La coalición de centroizquierda liderada por Prodi se impuso por un puñado de tan sólo 24.000 votos a la de centroderecha encabezada por el magnate Silvio Berlusconi.