Sr. Director:

Uno de los elementos revolucionarios de la Ley Orgánica de Universidades (LOU) de 2001 fue el sistema de habilitación nacional, con el que se introducía una prueba en que un candidato a catedrático, debía ser «habilitado» por un tribunal de siete catedráticos de reconocido prestigio.

En enero de 2006, fui habilitado catedrático para una plaza de la Universidad Rey Juan Carlos, universidad en la que soy profesor desde 1998 (su segundo año de funcionamiento). Según mis cálculos, fui, a escala nacional, el habilitado número 13 (número premonitorio) en el área correspondiente desde que entró en vigor la LOU. La legislación vigente obligaba a la universidad a convocar un concurso de acceso para cubrir dicha plaza antes del fin de marzo de 2006, pero hasta el momento no lo ha hecho, y se me ha confirmado que no lo va a hacer.

La razón por la que la Universidad Rey Juan Carlos no quiere que yo sea catedrático no puede ser académica, ya que tengo más publicaciones científicas, y con mayor impacto, que los tres catedráticos de las áreas de Tecnología de la Información y las Comunicaciones de la universidad (ver http://gsyc.escet.urjc.es/~anto/ isi-2007-02/), y, además, (co)dirijo un grupo de investigación de más de 20 investigadores que, según mis datos, cuenta con unos ingresos por investigación cercanos al 5% del total de la universidad.

Aunque pedí reunirme con el rector, Don Pedro José González-Trevijano Sánchez, en marzo de 2006, hasta el momento no he sido recibido, ni se me han explicado las razones reales para cometer esta presunta ilegalidad. Todo esto me ha llevado a un contencioso con la universidad, cuyo juicio tendrá lugar a finales de 2007, y que la universidad puede dilatar con recursos por varios años.

La sensación de indefensión que experimento posiblemente me lleve a, amargamente, abandonar la Universidad Rey Juan Carlos, universidad que ayudé a construir y en la que he dejado mis mejores años como docente e investigador. Sé que tengo posibilidades de «acogida» en centros nacionales y extranjeros, y tras esta nefasta experiencia quizá me decida por uno de estos últimos.

En un momento en que muchas voces se alzan para intentar evitar la diáspora de nuestros científicos de valía -la llamada fuga de cerebros-, debería sorprender grandemente que se permitan situaciones como la que sufro, que se puede denominar una expulsión de cerebros.

Antonio Fernández Anta. Madrid.

El terrorismo preocupa cada vez más en España

Sr. Director:

Sería muy de agradecer que el Gobierno y todo el arco parlamentario que lo sustenta terminaran con la monserga de pedir al PP unidad para luchar contra el terrorismo. Ni se lucha contra la droga regalándola a la puerta de los colegios ni se lucha contra el terrorismo reinstalando a los terroristas en los escaños, las concejalías y los presupuestos. El Gobierno trata de engañar a los ciudadanos cuando niega reiteradamente su intención de devolver a los criminales a la situación anterior a la ley de partidos.

Así lo confirma el CIS, que recoge la vuelta del terrorismo como preocupación estrella de los españoles, algo que no ocurría antes de que Zapatero llegara a La Moncloa. Cuando el PSOE quiera luchar contra el terrorismo -de verdad y no de boquilla-, nos encontrará a todos a su lado. Mientras tanto, deberá asumir la plena responsabilidad de lo que está perpetrando.

Juan Carlos Antón Nardiz. Madrid.

Sobre el empate técnico entre el PP y el PSOE

Sr. Director:

Los datos de la última encuesta del CIS otorgan un claro empate técnico entre los dos partidos mayoritarios del país. Si en las próximas elecciones se cumplen estos resultados, resultará muy difícil que la situación en el Parlamento difiera de la que hay en la actualidad.

Y yo me pregunto: ¿se van a atrever el PSOE y el PP a seguir comportándose otros cuatro años con la irresponsabilidad que están manteniendo en la presente legislatura? ¿No se dan cuenta de que los ciudadanos estamos hartos de tanto enfrentamiento estéril, y que lo que necesitamos es consenso en materias de Estado?

Belén López. Murcia.

La pregunta del debate En la Red es: ¿le parece bien que se haya retirado el proyecto de ley sobre el vino? Las respuestas (por fax, correo electrónico o postal o votando en el portal de EL MUNDO en internet) deben llegar antes del sábado a mediodía.