El hecho de que Josep Lluís Carod-Rovira haya renunciado a los símbolos identitarios durante su viaje a India no significa que el vicepresidente de la Generalitat haya tirado la toalla en relación a las viejas y reiteradas reivindicaciones del nacionalismo catalán. Carod se propone resucitar de inmediato uno de los sueños del independentismo: conseguir que Cataluña tenga selecciones deportivas propias, y que compitan internacionalmente.
Con esta intención, se reunirá el próximo 13 de marzo con el presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Jacques Rogge, en Lausana. Durante la entrevista, Carod exprondrá alguna fórmula, que todavía no se ha concretado, para lograr que Cataluña pueda participar en los Juegos Olímpicos con un equipo propio, lo que sería un primer paso para, con posterioridad, lograr el reconocimiento de las selecciones catalanas en diversas especialidades deportivas.
El vicepresidente, que anunció este proyecto ayer durante su estancia en Anantanpur (India) donde se encuentra de viaje oficial, no quiso detallar el contenido de su propuesta, pero sí avanzó que la Generalitat ha descartado que Cataluña concurra a los próximos Juegos Olímpicos, que se celebrarán el año que viene en Beijing, formando equipo conjunto con Andorra, una idea que propuso el presidente de CiU, Artur Mas, en una campaña electoral y que el actual Govern considera que conduciría al «ridículo».
El actual tripartito tampoco recuperará la propuesta del que fuera conseller en cap de ERC Josep Bargalló consistente en que algunos jugadores lleven dos distintivos al mismo tiempo, el español y el catalán. La idea de Carod, según fuentes cercanas al vicepresidente, es la de explorar soluciones junto a Rogge, con quien Carod podrá reunirse gracias a la labor de intermediación realizada por Juan Antonio Samarach, ex presidente del COI.
Ayer terminó el primer viaje oficial de Carod a la India, pero en su agenda ya hay muchas otras citas en el extranjero. Además del encuentro con Rogge en Lausana, a principios de junio se trasladará a Londres para impulsar la creación de un centro de cultura catalana con la colaboración del hispanista Paul Preston en la London School of Economics. Y, a primeros de mayo, irá a Stuttgart (Alemania) para participar en una nueva reunión de los Cuatro Motores, una organización de regiones europeas de la que forma parte Cataluña y que estos días se ha reunido en India.
Carod, que es el nuevo responsable de la política exterior de la Generalitat, quiere imponer cierta cautela en sus salidas al exterior para evitar el ruido identitario. Por eso, ha diseñado un plan de ruta que no incluye los lugares fetiche del independentismo.Por ejemplo, Escocia y sus ínfulas separatistas quedarán fuera del camino del vicepresidente. Lo mismo ocurrirá con el Quebec y sus referéndums secesionistas.
Tampoco se acercará Carod, al menos en viaje oficial, por el Alguer -una pequeña población de Cerdeña donde todavía se habla catalán por influencia de los almogávares- que es objeto de admiración catalanista. El objetivo de la política exterior de la Generalitat se orientará hacia las relaciones comerciales con los países más desarrollados y a la cooperación con los más pobres, aunque también tendrá una vertiente cultural.
Esta política llevará al vicepresidente a Finlandia entre los días 19 y 23 de junio. Será un viaje a lo grande en el que Carod se hará acompañar por un buen número de empresarios catalanes interesados en cerrar acuerdos con sus colegas finlandeses. Para facilitarles la tarea, acompañará a la comitiva el conseller de Innovació, Universitats i Empresa, Josep Huguet.
También acudirá a Finlandia el conseller d'Educació, Ernest Maragall, ya que uno de los focos de interés de este desplazamiento consiste en estudiar el sistema escolar finlandés, que es el más exitoso del mundo. A pesar del deseo de la Generalitat de relegar los asuntos identitarios, Carod no dejará Finlandia sin antes acudir a visitar a una pequeña comunidad sueca para analizar cuál es su situación lingüística dentro de un país en el que se habla finlandés, aunque el sueco es cooficial.
A lo largo de este mandato, el Govern quiere estrechar lazos con países como Marruecos o Ecuador, con los que ya ha establecido relaciones bilaterales, dado que la mayoría de los extranjeros residentes en Cataluña proceden de estos estados. También quiere centrar sus esfuerzos en conocer a fondo los países escandinavos para ver cómo han llegado a desarrollar al máximo el estado del bienestrar. El Este de Europa será otro punto de interés por las posibilidades que plantea tras su integración en la Unión Europea.