El presentador catalán ha pasado, en menos de una semana, de «sufrir» la retirada de La casa de tu vida de la parrilla televisiva por baja audiencia, a ser el elegido del último proyecto de la cadena para el que se barajaba, entre otros nombres, el de la peruana Teresa Bozzo, quien ya había grabado incluso algún piloto del programa.

«Al retirar La casa de tu vida y comprobar que Jordi se quedaba libre, lo tuvimos muy claro: él era el presentador adecuado», aclara el director de Antena de Telecinco, Alberto Carullo.Para González, a quien le sentó muy mal la decisión de Telecinco de retirar su reality, la propuesta le sorprendió bastante.

«Cuando me ofrecieron el martes pasado conducir este talk show tuve un sentimiento contradictorio... Era como estar de duelo e ilusionado al mismo tiempo», confiesa Jordi González.

Durante cerca de dos horas, personas anónimas invitadas al programa contarán en el plató de Díselo a Jordi sus vivencias, dificultades, deseos y aspiraciones. Habrá historias sobre relaciones interpersonales, experiencias vitales, sorpresas y reencuentros... También llamadas telefónicas en directo y la presencia puntual de especialistas que darán consejos a los invitados para reconducir sus vidas.

El espacio, «que será un escaparate de la actualidad», efectuará, además, un seguimiento de algunos de los casos contados, con el propósito de que el espectador sea testigo del proceso de resolución y de la evolución personal de sus protagonistas.

Aunque «la elección de las historias se hará en función de su intensidad y muchas de ellas son dramáticas», destaca Alberto Carullo, Díselo a Jordi «intentará huir de situciones vergonzosas», advierte González, quien ya presentó un formato parecido a éste hace 11 años en TV3.

«También se evitarán escenas ridículas, aunque sumen puntos de audiencia, y todo lo que esté al margen de la Constitución», apostilla el presentador catalán.

A medio camino entre El diario de Patricia y Sorpresa, sorpresa, el programa abordará cada testimonio desde un punto de vista positivo. Pero, a diferencia de los talk show que se ofrecen en nuestro país, inspirados en los que se empezaron a emitir hace más de tres décadas en Estados Unidos, los relatos de los invitados se situarán en el presente o en el futuro.

«Con todos mis respetos», puntualiza Jordi González, «no tiene el mismo valor una historia que le pasó a una persona hace 25 años, que una que le esté ocurriendo en estos momentos».

Consciente de que los formatos televisivos son «cíclicos» y de que «se habla de un posible agotamiento de los reality», Telecinco seguirá apostando por «el filón de los programas de realidad», desvela Alberto Carullo.

«Es cierto que algunos elementos de los programas de realidad se han agotado, hay que buscarles otro enfoque e incluir algún tipo de variación para no cansar al espectador, los reality show no han perdido todavía su interés general», concluye.