Ocurre, además, que Atlético y Real Madrid acuden con rachas malas en la mochila. Hablando de Liga, ambos se han dejado muchos puntos en el camino en los últimos tiempos. El Atlético, en este mes de febrero, se ha medido ya a dos de sus rivales teóricamente directos. Salió con el rabo entre las piernas de Valencia y de Sevilla. Sólo ha sumado los tres puntos contra el Athletic. En la otra acera asoma un Madrid que sólo logró sonreír tras ganarle al Bayern. Pero en la competición doméstica suma cuatro de los últimos 12 puntos en juego. Perdió contra el Villarreal y el Levante, empató contra el Betis y ganó en San Sebastián.

Pocos argumentos para dos grupos anunciados en los carteles como primeros espadas. Otra de las incógnitas es saber quién va a querer la pelota. Hay sobradas pruebas de que a los dos les gusta ceder la iniciativa, que sea el de enfrente quien arriesgue para después buscarles las vergüenzas. En principio será el Atlético quien trate de llevar el ritmo. «Es lo que queremos», explica Aguirre, que recupera su esquema habitual después del tropiezo de Sevilla. Allí, contra los de Juande, probó con Costinha, Maniche y Luccin, un grupo de sospechosos arrollados por el líder de Primera. Hoy volverán los hombres propios de banda, Galletti en la derecha y Jurado en la izquierda, y el doble pivote habitual, Luccin y Maniche. En la convocatoria, por si acaso, entró Jacobo, ya que Costinha aparece sancionado. El equipo no se concentró y está citado hoy a las 11.30 horas en el Calderón.

En el otro lado, podría pensarse que alguna vez cambiará el tiempo y empezará a llover junto al río para el Real Madrid. Pero mientras llega ese mal momento, lo cierto es que para el equipo blanco, acudir al estadio del Atlético es siempre un momento para disfrutar.De hecho, el Real no pierde en el Manzanares desde la temporada 98-99, cuando Antic entrenaba a los rojiblancos y Toshack se pasaba cada día por la Ciudad Deportiva. El partido acabó 3-1.

La tradición es tan tozuda que el Madrid ganó en el Calderón incluso en el año del doblete rojiblanco. Pero la diferencia respecto a los últimos años es que Ronaldo juega en el Milan y ya no viste de blanco. El verdugo del Atlético fue defenestrado por el mismo entrenador al que van a firmar el finiquito en los próximos días o semanas sin que nadie le eche en cara la descapitalización del club, más que nada porque los propios dirigentes estaban de acuerdo con una medida tan descabellada.

No estará Ronaldo, que en la última visita al Calderón marcó dos goles pero acabó lesionado por Perea y ya no volvió a ser el mismo. Ni él, ni el Madrid. Capello tampoco podrá contar con los lesionados Ramos y Roberto Carlos ni con el sancionado Beckham.Marcelo podría estrenarse como titular en el lateral izquierdo y Diarra volverá tras su lesión. Emerson no ha sido castigado por su indisciplina y aparece en la convocatoria. De haberse llamado Ronaldo habría sido condenado a cadena perpetua.