SERGIO ASPAS
VALENCIA.-
Quique Sánchez Flores creía que lo había visto y oído todo desde que llegó al Valencia en verano de 2005, pero ayer, el técnico se llevó una gran decepción, aunque dijera lo contrario, cuando se desayunó con unas declaraciones de su presidente, Juan Soler, reconociendo que Amedeo Carboni ya había hablado con varios entrenadores para afrontar el futuro más inmediato.
Algo que ya se conocía, pero que nadie del club, quería admitir.Según explicó Soler, con esta línea de actuación de la dirección deportiva del club, tratan de cubrirse las espaldas para que no se repita un nuevo caso Benítez. Aquí se recuerda que el preparador madrileño incumplió su contrato y el Valencia, en un fichaje más mediático que consensuado, fichó a Claudio Ranieri deprisa y corriendo... Y así les fue.
«Le dije a Quique que Carboni estaba viendo entrenadores, y eso es normal. Eso no significa que vayas a fichar a un entrenador o vayas a tirar a Quique. Aquí tenemos una experiencia muy reciente.Un día vino un entrenador [Benítez] y dijo que se iba, no había nada trabajado en el asunto de los entrenadores. Si hubiéramos tenido un algo avanzado, hubiera sido una decisión más fácil de tomar», señaló Soler en una entrevista concedida al diario deportivo Superdeporte.
Lo que más dolió a Quique Sánchez Flores, que para lo visceral que es en ocasiones estuvo muy diplomático, fue que Juan Soler lo cantara a los cuatro vientos. Porque el técnico, mucho antes de que el presidente les explicara las razones de esta medida, ya sabía los pasos que estaba dando Amadeo Carboni, que ha contactado, entre otros, con Bern Schuster y Javier Aguirre.
Quique tomaba aire al mismo tiempo que lanzaba una chinita. «Me han comentado algo. Me gustaría que el club fuera tan adelantado y previsor en todo, no sólo con los entrenadores. Si es nuevo modelo, que mientras tienes un entrenador que rinde vas buscando otro, pues bueno. Es el modelo del Valencia de los últimos seis años. A mí ya no me molesta nada, se me ha hecho una coraza después de un año y medio que me rebota casi todo lo que sucede».
El preparador, con cara de resignación, terminó soltando lo que pensaba de corazón y es que Juan Soler no ha estado nada oportuno.«No lo veo oportuno, pero las valoraciones creo que son cosa vuestra», dijo a los periodistas. «Yo estoy para trabajar con mi grupo y centrar mi atención en los futbolistas, que son los que tienen que salir cada semana y pelear con el máximo rendimiento.Si estamos bien, estamos tranquilos», señaló Quique. «Estoy muy tranquilo con mi situación y soy de los que cumplo los contratos, lo que no está bien es que se interpreten mis pensamientos», protestó el técnico valencianista, que tras el buen resultado en Milán juega mañana en Tarragona.
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