Ya lo dicen. Una imagen vale más que mil palabras.Y nunca miente. Al menos, casi nunca. El aspecto físico de Ronaldinho ha cambiado desde su llegada al Barça. Sobre todo, en los últimos meses. Y para peor. El crack azulgrana luce ahora una incipiente barriguita que recuerda por momentos a la de su ex madridista tocayo. Eso sí, se mantiene como el máximo goleador del Barça, con un total de 19 tantos, 16 de ellos marcados en la Liga. La mayoría, no obstante, a balón parado o en remates. Se echa de menos aquella explosiva potencia protagonista de tantos tan memorables como los dos logrados ante el Madrid en el Bernabéu hace dos años o frente al Chelsea en el Camp Nou.
Todo coincide además con un momento especialmente delicado para el Barça. En la Liga, lleva tres meses sin ganar fuera de casa, desde su visita al Mallorca, en la undécima jornada. En la Copa, está obligado a ganar en Zaragoza para acceder a las semifinales, después de caer en el Camp Nou por 0-1. Y más desesperada si cabe es su situación en la Liga de Campeones. El 1-2 encajado ante el Liverpool convierte su acceso a la ronda de cuartos de final en poco menos que un milagro.
Toda una hazaña para la que el Barça necesitaría recuperar al Ronaldinho de las grandes citas. El que se crece ante las dificultades, se carga el peso del equipo sobre sus espaldas y acaba decidiendo el partido. Milan, Chelsea y Madrid lo vieron antaño. Esta temporada, en cambio, sólo ha dado tímidos coletazos, a pesar de sus estadísticas.Y además de los inmediatos compromisos en la Champions y la Copa, en la Liga esperan el Sevilla y el Madrid. Dos encuentros que pueden ser decisivos en la lucha por reeditar los campeonatos logrados en las dos últimas temporadas.
Sus compañeros, mientras, intentaron salir en defensa del brasileño y se esforzaron por desmentir lo evidente. «Habrá que preguntárselo a los médicos, yo sólo soy compañero suyo y no estoy en sus comidas o cenas. Si los responsables creen que no está bien, tendrán que hacer un balance y hacerlo entrenar, pero yo creo que si está así y hace buenas actuaciones, no hay problema», aseguró Saviola. «Como grupo, tenemos que estar unidos y defender a los compañeros que son criticados», agregó.
Curiosamente, el brasileño trabajó ayer en el gimnasio, en lugar de ejercitarse con el resto de sus compañeros en el césped del campo de La Masia. «Yo lo veo bien. Cuando el equipo no anda, quizá siempre se le pega a él, y cuando hace dos goles, es el mejor del mundo. Lo cierto es que lleva 16 tantos en la Liga esta temporada, así que no sé por qué hay que quejarse de su rendimiento», espetó Leo Messi.
Optimismo
El joven delantero argentino trató además de transmitir optimismo para las próximas citas deportivas del equipo en la Champions y en la Copa. «No estamos muertos, confiamos en nosotros mismos y sabemos que podemos remontar ambas eliminatorias», aseveró.
«Hay que creer en este equipo, por lo que ha venido demostrando, por lo que ha ganado y por los grandísimos jugadores que tiene», recalcó Messi. El argentino aseguró que el partido de mañana contra el Athletic en el Camp Nou debe ser el marco ideal para plasmar sus afirmaciones: «Es un rival muy ordenado que está saliendo de ahí abajo. Nosotros vamos a querer ganar este partido y jugar bien para demostrar a la gente que seguimos fuertes.Ahora, más que nunca, tenemos que demostrar la clase de equipo que somos».
Saviola incidió además en la importancia del factor anímico para los próximos partidos, en los que el Barça se jugará el futuro de toda la temporada. «Debemos pensar ahora en tener confianza en nosotros mismos, venimos de unos resultados adversos y el equipo no está en su mejor momento ni jugando bien. Lo más importante es cambiar el chip, creer en nosotros. Los próximos 20 días serán decisivos y, si encontramos el rumbo, estaremos mejor que ahora», explicó.
El Pibito, además, explicó que no hay novedades en cuanto a su futuro más allá del 30 de junio, cuando acaba contrato, a pesar de sus intenciones de ampliarlo. «El tema está igual que siempre, no tengo oferta por parte del club. Yo sigo pensando en el futuro y todos saben cómo pienso y también de qué forma piensa el club, pero sigo diciendo que me encantaría saber lo que opinan ellos para estar más tranquilo», dijo.
2004. Ronaldinho, con los abdominales marcados, conversa con un jugador del Zaragoza, al finalizar un partido de cuartos de la Copa del Rey, en el que el conjunto maño se impuso, como esta temporada, por 0-1.
RUDY
2007. El brasileño se retira del terreno de juego, después de intercambiar su camiseta con un jugador del Liverpool, que se impuso por 1-2 en el Camp Nou el pasado miércoles. Es visible cómo ha cambiado su torso.