Iberdrola remitió ayer un escrito al ministro de Industria, Joan Clos, en el que le solicita que aclare la «dudosa» resolución de la Comisión Nacional de la Energía (CNE), que confiere a la constructora ACS poderes en la eléctrica, pese a que, al mismo tiempo controla a la teóricamente competidora Unión Fenosa. El escrito es un recurso de alzada contra la decisión, pero no supone sacar toda la artillería. Galán no exige la anulación de la decisión, sino su «aclaración», midiendo así los pasos que da contra ACS que, al fin y al cabo, se ha convertido en el primer accionista de Iberdrola.

Según fuentes de la eléctrica con sede en Bilbao, el escrito recuerda a Clos que habrá junta general de accionistas el próximo 29 de marzo y que, a la vista de la decisión de la CNE, «es imposible hacer una lista» con los asuntos en los que ACS podrá ejercer sus derechos políticos en su totalidad».

La CNE permite a la constructora votar en aspectos no estratégicos de forma confusa según Iberdrola «y apartándose de los precedentes anteriores», en alusión a conflictos de interés en el pasado de la Caixa y el BBVA en el sector energético.

Para Iberdrola es necesaria una aclaración, porque «el mero ejercicio de derechos de voto en algunos aspectos da a ACS capacidad de influir en la gestión de la compañía».

Su escrito se produce apenas 24 horas después de que la CNE hiciera público el texto íntegro de su decisión y los votos particulares de consejeros vinculados al PSOE que, con distinta graduación, suscriben los argumentos de Galán. Clos dispone ahora de 30 días naturales, por lo que le da tiempo a pronunciarse antes de la junta de accionistas. Si no lo hiciera, su silencio administrativo provocaría la suspensión de la decisión de la CNE, según las fuentes consultadas en Iberdrola.