Fuera de las reinvindicaciones de CCOO y de UGT queda la apertura de las sucursales por las tardes. Una posibilidad que han acariciado tanto la Asociación Española de Banca (AEB) como ACARL -organismo responsable de las relaciones laborales de las cajas- y que descartan, en principio, pese a las demandas de algunos banqueros, partidarios de trasladar los horarios comerciales a las redes de oficinas, según fuentes del sector.

Sólo las cinco grandes entidades financieras españolas -Santander, BBVA, La Caixa, Caja Madrid y Popular- ganaron el año pasado 17.416 millones de euros, lo que supuso un incremento del 31,5% respecto al año anterior. Una cifra que se magnificó por las plusvalías extraordinarias conseguidas con numerosas ventas de participaciones, y que se hubiese disparado más de no ser por la decisión de las entidades de trasladar parte de esos atípicos a financiar prejubilaciones y a sufragar el coste de la reforma del impuesto de sociedades.

Aumentos del 20%

El líder por beneficios fue en 2006 el Santander, que se anotó un beneficio de 7.596 millones de euros (un 22,12%). El BBVA se situó en segunda posición, con una ganancia de 4.736 millones (un 24,4% más). Le siguió La Caixa, que duplicó resultados hasta 3.025 millones, mientras que Caja Madrid escaló registró 1.033 millones (un 22,8% más), por delante del Popular, que obtuvo 1.026 millones, con un incremento del 16,86%.

A la mesa del convenio de banca -afecta a 140.000 trabajadores-, que se constituirá el miércoles próximo, las centrales sindicales pretenden incorporar al convenio, además de la subida del IPC y la cláusula de revisión salarial, un punto más por productividad y una paga completa que «compense la participación» de la plantilla en la obtención de esos beneficios. El pistoletazo de salida sobre las principales reivindicaciones que llevarán los sindicatos incluye también el cierre de las oficinas de las cajas los jueves por la tarde -ya la han puesto en marcha varias cajas como Unicaja, Sa Nostra o las sevillanas- y los sábados por la mañana, en el caso de la banca.

Esta última petición choca con las intenciones de banqueros como los presidentes del BBVA y del Popular, Francisco González y Angel Ron, respectivamente. El primero tachó recientemente de «inviable» el modelo actual de apertura de sucursales. En su opinión, «no hay modelo de distribución en el mundo que sea rentable abriendo sólo cinco o seis horas». Por su parte, Ron admitió que su institución está a favor de ampliar los horarios «siguiendo las necesidades de los clientes».

Los horarios de atención de las redes bancarias son comerciales en las oficinas ubicadas en aeropuertos o grandes superficies.Una posibilidad que hace tiempo se dejó en mano de las propias entidades, en función de sus necesidades, y quedó despegada del convenio. Fuentes de la negociación señalaron la intención de la AEB de que los horarios «no condicionen» la nueva redacción del texto. «Será una copia del último. En los siguientes habrá tiempo de abordar esa situación». CCOO y UGT podrían aceptar la ampliación de la jornada siempre que la banca contratase a plantillas diferentes a las de la mañana. «No se va a renunciar a la conciliación de la vida laboral y familiar», sostienen en CCOO.

Los 'mileuristas'

De ahí que las dos centrales quieran sacar provecho a los beneficios de 2006. Un contexto que les permitirá llevar a la mesa de negociación la propuesta de eliminiación de los niveles salariales más bajos de la escala. Según los datos barajados por UGT, las cajas, cuya plantilla asciende a 120.000 trabajadores, tienen a 3.000 empleados mileuristas con contratos de prueba de nueve meses. «Esto justifica que la jornada no tenga que prolongarse más. Que sea desde las 8.00 horas hasta las 15.00 horas de lunes a viernes, nada más», apuntan fuentes de la central.

En el último convenio, las cajas lograron que se cerraran los jueves por la tarde durante cinco meses al año -desde mayo hasta octubre-, pero no así los bancos. El pacto alcanzado con estas entidades se produjo, en 2003, más tarde que el de sus competidoras, debido a que jugó un papel importante la decisión de los sindicatos de pegar carteles en las sucursales con los elevados sueldos de los consejeros de los dos grandes bancos -Santander y BBVA-.Una campaña de descrédito que hizo que la AEB se levantase de la mesa de negociación y se retrasara notablemente la firma definitiva.

«Ahora queremos más renta porque hay mucho beneficio. Las teorías sobre la ampliación de los horarios implican demasiados costes.Son los banqueros los que han abierto el melón. Es una falacia decir que una red no es rentable por no dar servicios por la tarde. ¿De dónde vienen si no las ganancias?», resaltan los dos sindicatos.