El resultado operativo creció un 12%, por lo que la causa de la caída del beneficio es la reducción de resultados extraordinarios por la desinversión de activos, el aumento del tramo impositivo y la disolución de la participación de Agbar en algunas de sus participadas, que, como consecuencia, frenó la llegada de dividendos al grupo Agbar. Este último capítulo se debe a Aguas Andinas (Chile), Applus+ (donde se incorporaron al capital Unión Fenosa y Caja Madrid) y Adeslas.

Las noticias negativas del año para Agbar, no obstante, fueron la imposibilidad de continuar su negocio en Argentina ante la imposibilidad de pactar unas nuevas tarifas de agua con el Gobierno del país y la venta frustrada de Applus+ al fondo Candover, que acabó con el cese de su consejero delegado, Sergio Pastor, por un supuesto pacto desleal para continuar en el cargo.

El grupo de certificación vuelve a estar entre los sectores estratégicos de la compañía que preside Jordi Mercader después de aquella venta abortada. En cambio, durante 2006 se han caído del perímetro de Agbar dos sociedades que no contaban a futuro. Acsa, filial de construcción en la que mantenía un 40% y vendió al grupo constructor Sorigué y Emte, que revendió a la familia Sumarroca, a quien se la compró años atrás. Esas desinversiones suponen el final de la división de construcción y servicios en Agbar y la conclusión de una etapa de desinversiones en el grupo.

Crece la deuda

Desde que fracasara la operación de Applus+, el área de certificación vuelve a ser estratégica, aunque sigue siendo la que aporta una cifra de negocio menor en el conjunto de ingresos de Agbar: 542 millones de euros, el equivalente al 17,4% del total. El principal negocio es el histórico, del agua, que aporta 1.427 millones y el 45,7% del total, mientras que el sector de salud (asegurador) copa el 34,9%.

En agua y saneamiento, y tras la compra de Bristol Water el pasado año, Agbar considera que «ha identificado el Reino Unido como un mercado en el que espera desarrollarse». El capítulo de compras representó unas inversiones de 909,5 millones de euros en el conjunto del ejercicio, lo que representa un alza del 143%. Los 600 millones de euros entre un año y otro fueron afrontados a través de la deuda, que pasó a representar 1.599,6 millones, un 60% más que un año antes.